La renuncia silenciosa en la época actual

La gestión del talento se enfrenta a desafíos complejos. La renuncia silenciosa, antes conocida como presentismo, cumplimiento pasivo o desvinculación emocional laboral, representa una respuesta pasiva ante un entorno laboral que no satisface al empleado. 

Frente a la frustración de no poder cambiar su situación, el trabajador simplemente reduce su compromiso, haciendo solo lo necesario para cumplir con sus obligaciones y conservar su fuente de ingresos.

Factores como el reconocimiento, crecimiento personal y la responsabilidad, son cruciales para mantener un alto nivel de satisfacción y compromiso. Cuando estos elementos están ausentes, o cuando las condiciones laborales crean insatisfacción, los colaboradores pueden experimentar lo que hoy conocemos como renuncia silenciosa.

Por ejemplo, un empleado que valora el crecimiento profesional y se enfrenta a un entorno donde estas oportunidades son limitadas o no son equitativas y se basan en favoritismos, puede experimentar una disonancia. Este malestar puede llevarlo a ajustar sus expectativas, reducir su esfuerzo, o incluso adoptar una postura de desinterés.

Las encuestas “Hopes & Fears” de PwC de los últimos tres años evidenciaron que prestar atención a los colaboradores, apoyar a los que buscan realización personal y significado en el trabajo y construir entornos de confianza, a menudo conduce a resultados positivos a nivel personal, profesional y social, lo que redunda en una mayor satisfacción laboral.

Podés leer sobre la renuncia silenciosa y nuestras recomendaciones para las organizaciones aquí.

Rossana Grosso, directora de Consultoría en Gestión Humana de PwC Uruguay.

Natalia Garcilazo Pedreira, consultora senior en Gestión Humana de PwC Uruguay.