Esto se ha confirmado con las tres de las cuatro cifras trimestrales divulgadas hasta el momento por el Banco Central hasta el momento (el cierre del presente año lo conoceremos en marzo próximo): el Consumo Privado ha crecido 4,0%, la Inversión en activo fijo ha caído 5,1% y las Exportaciones han caído 2,3%.
Sin embargo, una vez identificado el perfil de crecimiento de la demanda agregada, no resulta trivial entender como crece la oferta agregada. El lector puede entender que esa demanda agregada se va a satisfacer exclusivamente con la producción local o Producto Interno Bruto (PIB), pero esto no es así, porque la oferta también puede satisfacerse con importaciones. De hecho, esto es así, y particularmente lo ha sido este año. A ese crecimiento de 4,0% del Consumo Privado se contrasta una caída de -0,4% del PIB.
Ese crecimiento de la demanda de Consumo Privado se ha dado mediante gasto realizado por uruguayos en el exterior. En el año finalizado en septiembre de 2023, los turistas uruguayos gastaron 1.874 millones de dólares en el exterior, de los cuales 472 millones correspondieron a compras, 435 a alimentación y 423 a alojamiento, entre otros gastos. Por tanto, ese gasto se realizó en el sector de Comercio, en el sector de Restaurantes y Hoteles de otros países -particularmente Argentina-, contabilizándose por tanto del lado de las importaciones y no del PIB local uruguayo. No se deben ignorar las importaciones no regulares o no contabilizadas de bienes: el contrabando.
Todo este fenómeno de “filtro” de consumo se ha dado con un importante crecimiento del salario real de 3,6% en promedio enero-octubre 2023 versus igual periodo de 2022. ¿Hacia adelante? El salario seguirá creciendo, aunque algo más ralentizado, pero, aun así, dinamizando al consumo privado.
Por:
Ramón Pampín, gerente de Consultoría Económica de PwC Uruguay.