La empresa uruguaya está enfocada a reconvertir vehículos de hasta 2.500 kilos, es decir vehículos livianos o utilitarios, dejando de lado a camiones. Han convertido desde autos clásicos, vehículos históricos, camionetas 4x4, Mercedes Benz y los últimos modelos de Mini Cooper. El precio de crear un auto ecológico es de US$ 4.500 como mínimo, si se escoge colocarle una batería de plomo que le otorga al coche una autonomía de 100 km por recarga de 8 horas.
Hace no tanto incorporaron las baterías de litio que logran unos 200 km de autonomía y el costo de la transformación es cercana a los US$ 8.000.
Para Gabriel González el desarrollo de los vehículos eléctricos no supone una competencia que interfiera con su negocio. “El 2% de los autos a nivel mundial son eléctricos, aún estamos muy lejos. Además, es una ventaja para nuestros clientes que cada vez se encuentren más tomas de carga en la vía pública, eso hace 15 años no existía. De todos modos, para alguien que quiere tener un auto ecológico es mucho más barato adaptar el suyo, al que a lo mejor le gusta o le tiene cariño, que comprar uno”, dijo González a InfoNegocios.
Tener un auto ecológico también supone beneficios. En México el negocio de Autolibre es muy rentable porque para frenar el calentamiento global hay un día a la semana en el cual está prohibido circular con autos a gasolina. Los vehículos que fueron transformados no tienen inconvenientes con eso. En Colombia estos autos no pagan restricción vehícular y en Uruguay están libres de patente.
La desventaja pasa por el lado de la autonomía, pero Autolibre enfoca su servicio en Uruguay a montevideanos que difícilmente hagan más de 200 km diarios.