A modo de ejemplo, con TransferWise transferir 1.000 libras a una cuenta en euros costaría 4,5 libras, mientras que a través de un banco la tarifa oscilaría se acercaría a las 50 libras, según pudimos calcular en su web. La empresa, fundada en 2011 por el estonio Taavet Hinrikus y Kristo Käärmann, dos amigos que creen que el destino del dinero es fluir libremente. Taavet cobraba en euros, pero vivía en Londres. Kristo cobraba en libras, pero pagaba su hipoteca en euros y pasaba mucho tiempo en Bélgica. Así que idearon un plan: cada mes, la pareja revisaba en Reuters las tasas de ese día en el mercado medio en busca de un tipo de cambio justo. Kristo ingresaba libras en la cuenta bancaria británica de Taavet, y Taavet surtía la cuenta de su amigo belga con euros. Pensaron que esto mismo les podía suceder a otros y crearon el servicio, que ya tiene más de 10 clientes entre Reino Unido, Suiza, Polonia, Suecia y Dinamarca. La mayor parte son jóvenes profesionales que o bien tienen una hipoteca en otro país o envían dinero a sus familias en su lugar de origen. También jubilados con una segunda residencia en el extranjero y empresas con subsidiarias.
Negocio nacido de la frustración: TransferWise, el “Skype de las transferencias de dinero”
Mientras acá pensamos en bancarizar, en otras latitudes hay quienes van hacia las antípodas. Autodefinida como la “Skype de las transferencias monetarias”, porque utiliza tipos de cambios reales, la startup TransferWise le empieza a hacer roncha a los bancos, sobre todo en Europa, donde los ciudadanos se quemaron con leche y ya no le tienen la misma confianza al sistema. Su mensaje apunta directamente a los bancos y en su web hay frases muy contuntendes, como por ejemplo que es “un servicio financiero pensado para la gente, no para los bancos”.
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