Más de 20.000 se dejaron “guettizar” (y Tinelli sumó US$ 150.000 a las arcas del Dj francés)

El espectacular show del DJ francés David Guetta en El Jagüel tuvo el sello y sponsoreo de Movistar y Nokia, pero en la realización de su show tuvo mucho que ver también Marcelo Hugo Tinelli, el conductor televisivo que -por módicos US$ 150.000- lo contrató para su fiesta privada. A ojo de “buen cubero” había más de 20.000 personas, aunque según los registros oficiales, la venta de entradas totalizó 8.000 (las más caras costaban US$ 130 pero se revendían en la puerta a US$ 450).
Los organizadores rentabilizaron su inversión porque además de veraneantes llegaron buses de Chile, Brasil, Argentina y Uruguay con visitantes exclusivos para el show que colmó las expectativas de los fanáticos con su despliegue de música y color. Para muchos fue una especie de Woodstock unas décadas después y con otro estilo, pero fue el termómetro de cómo arranca la temporada.
La presentación de Guetta en Punta del Este forma parte de la campaña Movistar Free Music y acompaña las promoción del último disco del DJ “Nothing but the beat”.
(Galería de fotos y más sobre “el show del año” en Nota Completa)

Parte de las ganancias de este show serán donadas a un hogar de niños de Maldonado, mientras que las imágenes del show serán utilizadas como promoción por parte del Ministerio de Turismo.
Marcelo Tinelli llegó acompañado de sus dos hijas, parte de su equipo y, por supuesto, su novia Sol Calabró. Mostró sus entradas a la seguridad del ingreso VIP y comentó que Guetta era “imperdible” esa noche y “por lejos lo mejor”. Julio Bocca también estuvo y si bien confesó que no es del “palo” de la electrónica, David Guetta lo hace mover y en este momento es lo que necesita porque está muy estresado.
Ya con Guetta al mando, las imágenes proyectadas sobre la pantalla gigante que hacía de telón te transportaban a una megadisco al mejor estilo Ibiza. La gente no paró de bailar, saltar, gritar, y algunos disfrutaban de tragos en una suerte de bar improvisado. También vimos mucho neón en cabeza, brazos y piernas.
El aeropuerto de El Jagüel colmó los lugares para las avionetas particulares con autos que llegaron temprano a modo de estacionamiento reservado a menos de 3 Km del show (que era la distancia a caminar si llegabas después de medianoche). Los colegas fotógrafos y camarógrafos se “colgaron” de donde pudieron para tener su exclusiva. Y hablando de colegas hubo lío con las acreditaciones porque si bien Movistar Uruguay participó de la convocatoria, tomaron la posta desde Argentina y tacharon a más de uno. Los periodistas que contaban con que estaban acreditados, se enteraron que Movistar Argentina había cambiado la lista, los medios que tenían dos acreditaciones pasaron a tener una, algunos ninguna y los canales de televisión no pudieron ingresar con sus cámaras. De todas maneras, encontraron hábilmente la forma de tomar imágenes, trepándose a lo que encontraran, algunos con la suerte de llegar temprano y poder abordar el bus de dos pisos (Tibet Bar) que estaba estratégicamente ubicado y permitía obtener imágenes, aunque bien laterales, muy buenas.
La salida fue complicada y demuestra que no estamos preparados para tanta multitud. Demasiadas botellas rotas, mucho auto y pocos controles por parte de la Intendencia de Maldonado y la Policía Caminera.
Como positivo destacamos que El Jagüel se encontraba totalmente pavimentado lo que permitió que la gente no terminara embarrada hasta las rodillas como solía ocurrir.

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