Amberplan, fundada en 2019 por Ignacio Genta, está a punto de dar un paso histórico en la industria uruguaya con una inversión de 32 millones de dólares para la creación de la primera fábrica de papel con capitales 100% nacionales. Sin embargo, este logro no habría sido posible sin la visión y la determinación de su fundador, quien, a lo largo de los años, ha superado múltiples obstáculos para financiar su proyecto. La historia de Genta es un ejemplo de resiliencia y capacidad de negociación, que lo llevó a transformar un negocio familiar modesto en una empresa clave en el sector papelero del país.
Ignacio Genta, de 33 años, comenzó a trabajar a los 11 años vendiendo productos en ómnibus y ferias de Montevideo para ayudar a su familia en plena crisis de 2002. Con una formación académica limitada, decidió dedicarse al comercio y a los 18 años fundó su propia imprenta, la cual expandió de forma artesanal en conjunto con su amigo y quien lo acompaña hasta hoy, Roberto Peña. A medida que su negocio crecía, Genta exploró nuevas oportunidades y, a los 24 años, decidió aventurarse en el sector del papel higiénico, enfrentándose a advertencias de que competir contra multinacionales sería casi imposible. Este desafío no lo detuvo, sino que lo motivó aún más a crear un negocio que pudiera competir a gran escala.
Uno de los grandes retos para Genta fue conseguir los fondos necesarios para escalar su operación. En 2019 decidió comprar su primera línea de conversión para la producción de papel tissue, pero el costo inicial era abrumador. La primera cotización que recibió en Brasil ascendía a un millón de dólares, una suma que estaba fuera de su alcance. Sin embargo, Genta no se rindió y, meses después, negoció con la empresa proveedora logrando adquirir una línea usada por 400.000 dólares.
Para financiar esa primera etapa, Genta recurrió a préstamos y a la ayuda de amigos empresarios, como los responsables de la empresa de salud Sakira. Bauer ofreció respaldar a Genta financieramente, proporcionándole los fondos necesarios para hipotecar un local y adquirir maquinaria. Gracias a este apoyo y a su habilidad para negociar, Genta pudo instalar su primera línea de producción en 2020, justo cuando la pandemia elevó la demanda de productos de papel higiénico. Este éxito inicial le permitió obtener ganancias que reinvirtió en su negocio, sentando las bases para su futura expansión.
A medida que Amberplan crecía, Genta no solo se apoyó en financiamiento privado, sino también en el respaldo de un inversionista. Durante 2022 y 2023, enfrentó un nuevo desafío cuando sus proveedores brasileños de materia prima comenzaron a tener problemas de suministro, lo que amenazaba con frenar su producción. Ante esta situación, Sakira nuevamente ofreció su apoyo, esta vez para financiar la construcción de una fábrica de papel que le permitiera producir su propia materia prima. "Estamos hablando de una inversión de más de 10 millones de dólares", le dijo Genta al inversor en su momento. "Yo pongo toda mi plata, pero aún falta más", respondió con confianza: "No te preocupes, lo hacemos juntos".
Esta nueva inyección de capital permitió a Genta iniciar el ambicioso proyecto de construcción de la primera fábrica de papel con capitales uruguayos, con una inversión total de 32 millones de dólares. La financiación fue un esfuerzo conjunto entre Genta, quien reinvirtió todas sus ganancias en el proyecto, y su socios financieros, quienes vieron el potencial de la empresa para revolucionar la industria del papel en Uruguay y en la región.
El proyecto de Amberplan consta de tres fases. En la primera, que finalizará en diciembre de 2024, la empresa pondrá en marcha su primera máquina de papel, con una capacidad de 1.000 toneladas mensuales. Esta etapa permitirá a Amberplan competir en un mercado que consume aproximadamente 1.700 toneladas mensuales. La segunda fase, prevista para finales de 2025, duplicará la capacidad con una segunda máquina, alcanzando las 2.000 toneladas mensuales. Finalmente, para 2027, la instalación de una tercera máquina de mayor capacidad elevará la producción total a 4.000 toneladas mensuales.
El crecimiento de Amberplan no solo está enfocado en la expansión productiva, sino también en la sostenibilidad. La empresa ha implementado un circuito cerrado en el uso del agua, con tratamiento de efluentes y vertido cero, y recolectará 600 toneladas de desechos de vertederos de Montevideo para promover el reciclaje. Esta estrategia no solo fomenta la economía circular, sino que también asegura un suministro sostenible de materias primas para su operación, lo que convierte a Amberplan en un modelo de desarrollo industrial sustentable.
El ambicioso plan de Amberplan generará un impacto profundo en la economía uruguaya. La empresa creará 180 empleos permanentes este año, y al completarse el proyecto en 2027, se espera que genere 400 empleos directos y 800 indirectos.