Lo que comenzó siendo una necesidad terminó convirtiéndose en un negocio o mejor dicho, en un emprendimiento para ganarse la vida ayudándose y ayudando a otros. Andrea Méndez repartía su vida entre viajes, cerámica y clases de fitness, pero cuando a su hija le diagnostican celiaquía, la emprendedora hace un vuelco y se enfoca a la gastronomía, poniendo el foco en elaboraciones libres de gluten.
Así nace en 2017 Cocina Sabini, primero con pastas, panes y pizzas e incluso churros gluten free, un producto que en todo su radio de influencia -el balneario Atlántida- era más que apreciado por un amplio número de clientes. Así fue Méndez ganando experiencia y ganando reconocimiento, pero la diversificación para un emprendimiento individual estaba resultando demasiado pesada y fue entonces que, en 2019, a través de diferentes apoyos, la creadora de Cocina Sabini focalizó su trabajo en un producto específico: pasta fresca artesanal libre de gluten.
“En ese momento nos transformamos en la primera fábrica de pasta fresca artesanal certificada como libre de gluten en Uruguay”, dijo Méndez a InfoNegocios, agregando que “todo comenzó a crecer cuando dimos con el formato ideal para este tipo de productos, que es vender las pastas envasadas al vacío, congeladas y en porciones”.
De este modo la emprendedora logró colocar su producto en más de 60 puntos de venta, tratándose de grandes superficies -más precisamente en supermercados del Grupo Disco-, fábricas de pastas tradicionales y tiendas naturales.
“La mayor concentración de ventas está en los departamentos de Montevideo, Maldonado y Canelones, pero también llegamos a las ciudades de Rocha, San José y Minas”, dijo Méndez, remarcando que “al tratarse de una elaboración 100% artesanal, de productos frescos, los volúmenes de producción son muy precisos”.
Según la creadora de Cocina Sabini actualmente está elaborando unas 3.000 porciones mensuales, siendo los productos que más se venden “los raviolones de jamón y queso en primer lugar, seguidos por los raviolones de calabaza y muzarella y por último los raviolones de espinaca”.
El precio de venta de estos productos -cuya presentación es de dos porciones- rondan los $ 500 al público.
Además de esto, Cocina Sabini cuenta con un local en Fortín de Santa Rosa y comenzó a ampliar más su negocio con la producción de pastas prontas, “lo que me permite llegar a un público todavía más amplio, ya que al estar en restaurantes la marca va creciendo en consumidores, que no solo son celíacos”.
En este sentido, Méndez produce tallarines, ñoquis y raviolones, “en algunos casos son aptos para veganos, como los ñoquis de calabaza, o bien aptos para diabéticos e intolerantes a la lactosa, como los raviolones de salmón ahumado, o vegetarianos, como los raviolones de ricota y nuez, los ñoquis de papa o los tallarines de espinaca”.
Estos productos de Cocina Sabini pueden encontrarse en la cafetería del Hospital Británico o bien en restaurantes como Ocho Nudos, Biga, 22 Bar, Makarska, Café de la Huerta, Ola la Resto y Piazzarella, entre otros.
“Se estima que en Uruguay el 1,5% de la población es celíaca, por lo tanto esto no se trata de un negocio, sino de acercar cada vez a más personas la posibilidad de comer sano y rico más allá de que sean o no celíacos”, remarcó la emprendedora.