En materia de construcciones “alternativas”, lo barato... ¿termina saliendo caro?

La construcción de viviendas en los últimos años ha mostrado tendencias en cuanto a sistemas constructivos, con la introducción, además del tradicional, de prefabricados como Isopanel (compuestos de espuma de poliestireno de alta densidad entre láminas de metal), Steel Framing, contenedores, y madera, incluso las construcciones en barro. Para la arquitecta y bloguera Gabriela Pallares, estos cambios conllevan “una de cal y otra de arena”. “La buena noticia es que hay mucha variedad y opciones. La mala es que hay bastante desorden en la oferta y mucha informalidad, que se junta con que la normativa no está actualizada con las nuevas tecnologías” señala. La oferta en Internet es cada vez más amplia así que hay que es necesario pedir ciertas garantías.

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Pallares señala que también existe en el sector una alta especulación donde se proponen “costos irrisorios en comparación con la construcción tradicional pero que no incluyen temas que igualmente requieren como aportes sociales, instalación de agua caliente, algún tipo de terminaciones, decks o veredas perimetrales, asesorías, etc.”.
De todas maneras la profesional reconoce que en muchos casos son una solución. “Por ejemplo, los contenedores de 20 pies que se ofrecen con baño y cocina listos brindan opciones para primera vivienda  o a bajos costos, aunque sacrificando comodidades o espacio” dice. Sirven para salir del paso con obra rápida, limpia y modulando la posibilidad de ampliaciones en etapas o escalables.
¿Cuáles sería un espacio mínimo razonable para armar una vivienda? Le preguntamos. “Si hablamos de vivienda y sus dimensiones mínimas, una pauta de referencia y ‘freno’ a la especulación inmobiliaria es la normativa municipal” responde, aunque reconoce que muchas de ellas están lejos de un confort espacial bien entendido pero si estuvieran “liberadas” a la especulación el resultado sería aún peor. Para viviendas de categoría económica la normativa vigente se plantea una superficie estimada (máxima para considerarla económica) de 40 m2 para 1 dormitorio, 55m2 para 2 dormitorios, 70 m2 para 3 dormitorios y 85 m2 para 4 dormitorios, los lados mínimos 2,50 m para local principal y una altura de 2,40 m.
Volviendo al principio, Pallares considera que “para áreas urbanas las opciones de prefabricación son buenas en cuanto a rapidez para ampliaciones o reformas. Para obra nueva, los costos tienden a equipararse o la gente aún tiende a valorar más las virtudes de la construcción tradicional”.
En el caso de las viviendas de veraneo, las prefabricadas son una opción muy buena para tener en cuenta, lo mismo que para espacios comerciales “efímeros y no tanto” dado que tienen “muy buena ecuación costos/resultados e impacto”. Son sobrados los ejemplos de marcas de primera línea que los usan con gran resultado.
Gabriela es autora del primer blog uruguayo de diseño, deco, arquitectura y tendencias que podes ver acá.

 

Ahora las inversiones llegan a Parque Rodó (con US$ 9 millones Estudio SEIS apuesta al barrio)

Desde hace más de una década Martín Sprintzick y Fabián Rzeszytkowski se han enfocado en el desarrollo de proyectos inmobiliarios con el diseño y la calidad como un diferencial en sus propuestas. A través de Estudio SEIS Arquitectos, la firma ha levantado muchas obras principalmente en Punta Carretas, donde el mercado cada vez ofrece menos terrenos o los que hay son muy caros. “Esto genera rediseñar proyectos y movernos de locación, pensando en otro tipo de público”, dijo Sprintzick a InfoNegocios.