Miranda Flieller, con una amplia trayectoria en reclutamiento y selección, desde su perspectiva, indicó que, “la discriminación por edad no solo es injusta, sino que también limita el potencial de las organizaciones al no valorar la experiencia y conocimientos de profesionales mayores de 40 o 50 años”.
Rocío, resaltó la importancia de comprender la dinámica del mercado laboral en la actualidad. Enfatizó que, independientemente de la edad, es crucial analizar cómo evolucionan las ofertas y demandas laborales. En ese sentido, dijo que, “en un puesto gerencial que requiere experiencia, se busca específicamente a jóvenes. Discutimos en un programa cómo los nativos digitales, especialmente de la Generación Z, transformaron el mercado laboral con la tecnología. Hoy, el desafío no es la edad, sino a quién se dirigen las ofertas laborales”, afirmó
Brecha de género y edadismo
Una de las áreas que Mirando Flieller destacó fue la discriminación en el mercado laboral, especialmente en relación con la edad y el género. Subrayó que, “si bien es cierto que las tasas de empleo y desempleo ofrecen una visión general, es esencial analizar más a fondo la brecha de género y las oportunidades laborales disponibles para diferentes grupos demográficos”, indicó.
En la misma línea, sostuvo que la discriminación por edad es una preocupación creciente en muchos sectores. “Ciertas empresas tienden a preferir a candidatos más jóvenes, lo que puede marginar a aquellos con más experiencia”, aseguró. Asimismo, esta tendencia, “es un reflejo de los estereotipos arraigados en la sociedad sobre la capacidad y la productividad de las personas mayores en el ámbito laboral”, señaló.
En un mundo donde la tecnología y las habilidades blandas son cada vez más valoradas, Rocío enfatizó la importancia de evaluar a los candidatos en función de su capacidad para adaptarse y aprender. “El talento no tiene edad y es fundamental reconocer las habilidades y la experiencia de los candidatos, independientemente de su edad, género o años de experiencia”, remarcó.
Una población de envejecimiento
Además, Rocío hizo hincapié en las implicaciones demográficas de estas tendencias, especialmente en países como Uruguay, donde el envejecimiento de la población es notable. Señaló que más del 20% de la población uruguaya tiene más de 60 años, lo que afecta tanto la participación laboral como la autonomía económica y social de este grupo. Esta realidad, subrayó, “requiere una reflexión profunda sobre cómo abordar la inclusión laboral y la sostenibilidad económica en un contexto demográfico cambiante”, destacó.
Por último, Rocío compartió datos recientes del mercado laboral uruguayo, destacando una tasa de actividad del 64.2% en febrero de 2024 según la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística. “Este número refleja la realidad dinámica del mercado laboral y la necesidad de adaptarse a los desafíos actuales, independientemente de la edad o el tipo de empleo”, explicó.
¿Qué acciones concretas pueden tomar las empresas para combatir el edadismo en sus procesos de reclutamiento y selección?
Es crucial reconocer la diversidad generacional y valorar las competencias sin importar la edad. Además, es importante impulsar la inclusión, incluyendo explícitamente a personas mayores de 40 años en los procesos de reclutamiento. Por tanto, es crucial incluir en los anuncios y procesos de reclutamiento a personas mayores de 40 o 45 años, lo cual no implica un costo adicional y toma el mismo tiempo para quienes realizan la selección. Además, esto se complementa con fomentar la igualdad de oportunidades, asegurando que todos los candidatos sean valorados equitativamente.