Come on baby, light my fire (Fuego al palo le echa una mano al asador)

Con un poco de diario, piñas y astillas de eucalipto colorado, pero sobre todo con mucho ingenio y ganas de encontrarle la vuelta a un emprendimiento personal, Juan Martino creó Fuego al palo, un kit de encendido de fuego 100% biodegradable que ofrece una solución definitiva a la parte quizá más importante a la hora de asar.

Hacer un asado nunca fue tan fácil. ¿Por qué? Porque llegó Fuego al palo, una caja de encendido que, como bien lo dice su nombre, es un iniciador de fuego para parrilla o estufa que contiene papel de diario, piñas de pino y astillas de eucalipto finas y secas para empezar el fuego rápidamente.

“La idea surgió en casa -dijo Juan Martino a InfoNegocios-, donde muchas veces con mi padre y la familia, así como con los amigos, nos reuníamos para hacer un asado y empezaba el problema de prender el fuego. Siempre fue un tema, o lo era hasta ahora, el hecho de conseguir leña que no estuviera húmeda”.

Más allá de solucionar un problema -que más que un problema es un mal rato que todo asador debe transitar en el mundo en el que todos somos los reyes del asado-, el motivo principal por el que Martino se embarcó en este proyecto es ofrecer la posibilidad de “encender un fuego de forma limpia, segura y cuidando el medioambiente”.

“Posiblemente mi paso por Agronomía -dijo el creador de Fuego al palo- tenga mucho que ver con esto de tener un producto 100% biodegradable y sin efectos negativos con el ecosistema, ya que toda la madera que utilizamos es de eucalipto o pino de plantación, lo que contribuye a preservar el monte nativo uruguayo”.

Cabe recordar que la mayoría de los asadores prefieren la leña de monte para hacer un asado, como la coronilla, “lo que más temprano que tarde está perjudicando todo lo referente a flora y fauna”, remarcó Martino.

Para ser más precisos, Fuego al palo es una caja que, por $ 150, contiene “unos 300 gramos de papel de diario, unas cuatro o cinco piñas de pino y alrededor de cuatro kilos de astilla de eucalipto fina y eucalipto colorado”, un combo perfecto para empezar un fuego rápidamente y que calza en todos los quemadores estándar que cualquier uruguayo puede tener en su parrilla, dado que sus medidas son de 40 centímetros de largo, por 20 de ancho y 30 de alto.

“Luego tenemos una segunda caja -puntualizó Martino-, más grande, que tiene unos 15 kilos de eucalipto colorado, ideal para ir teniendo una mayor y sostenida cantidad de brasas”. Esta caja cuesta $ 250, un precio similar a otros atados de astillas que existen en el mercado cuyos contenidos, sin embargo, son menores en cantidad (9 a 10 kilos).

Si bien la venta de Fuego al palo comenzó hace ya casi un mes por redes y pedidos directos, Martino señaló a InfoNegocios que las cajas “ya se encuentran disponibles en distintas boutiques de carnes, con mucha aceptación dado que permanentemente tengo que estar reponiendo”.

Como dijimos al inicio, hacer un asado nunca fue tan fácil, aunque mejor deberíamos haber dicho: nunca arrancar la ceremonia del fuego fue tan disfrutable.  

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