Cintas hay de todo tipo: dependiendo de su potencia, los programas de entrenamiento que incluya, la velocidad que alcance y su tamaño. Una cinta económica -que es pensada para caminar pero se puede usar para correr a una velocidad de hasta 12 km/h- cuesta en Athletic US$ 489. En Teleshopping, se puede adquirir un caminador basico, modelo iWalk, por $ 19.200.
Por otra parte, hay cintas que cuestan el doble y ofrecen más programas de entrenamiento, una mayor potencia y conexiones bluetooth o usb, entre otras cosas. Si querés un producto de este tipo seguramente vas a tener que gastar cerca de US$ 800.
Así como hay variedad de cintas caminadoras, lo hay de gimnasios. Una cuota de un gimnasio de barrio ronda los $ 1.000, mientras que los gimnasios más sofisticados y con mejores aparatos pueden llegar a costar el doble o incluso más. Además, en la mayoría de los gimnasios debés pagar una matrícula al inscribirte. Pero tomando en consideración que un gimnasio estándar suele costar cerca de $ 1.500 al mes, teniendo una caminadora básica dentro de tu hogar y ahorrando ese dinero, un aparato se paga en aproximadamente un año.
Eso sí, te tenés que encargar de higienizar la máquina y lubricarla cada 15 horas de uso.
Si tu intención es tener tu propio gimnasio en tu hogar, podés comprar un set de mancuernas ($ 1.200), una colchoneta de ejercicios ($ 200) o una barra fija ($ 800). También podés adquirir un banco multifunción donde podés ejercitar las piernas, el pecho, los brazos y los abdominales, gastando cerca de $ 6.500.