Los vasos son de dos materiales: plástico o bioplástico con procedencia de caña de azúcar. Su sistema de uso, que viene teniendo bastante éxito en eventos, ferias y cervecerías aunque ahora están ampliando sus opciones, requiere que el usuario abone una seña por única vez para acceder a su vaso, que podrá usar durante todo el evento.
“Esto promueve un consumo consciente y hace además que la propuesta sea viable económicamente”, explica el técnico ambiental de la empresa a InfoNegocios Gabriel Barterretche. Si cuando termina el evento el usuario quiere que le devuelvan su dinero solo tiene que devolver el vaso. Muchos optan por quedárselo, porque son resistentes y personalizados. “Nuestro objetivo es cuidar el medio ambiente y cambiar los hábitos hacia el uso de cosas reutilizables”, explican. De esa forma, el vaso tiene un valor y no termina en el piso o en un cubo de basura. “No quedan vasos tirados”, dicen, refiriéndose a los vasos descartables tan comunes en ese tipo de eventos.
Para los comercios gastronómicos y responsables de eventos los vasos reutilizables son económicamente redituables porque se quedan con una ganancia en los vasos y evitan la compra de vasos descartables, que son caros y de un solo uso. Además, la personalización puede llevar su marca o lo que desee el cliente. “¿Querés hacer más sustentable tu bar o evento?”, es la pregunta eslogan de sus página.
Los vasos de bioplástico son un 10% más caros que los de plástico, pero se degradan mucho más rápidamente. “Tienen un impacto en el clima mucho menor”, dicen.
Todos los vasos son producidos en Uruguay con materiales traídos de Brasil. “Nuestra misión es promover la transición hacia una economía circular haciendo de tu evento un lugar más sustentable con vasos reutilizables y reciclables”, dicen.
Revaso comenzó hace dos años y actualmente lleva vendidos entre 300.000 y 500.000 vasos en sus diferentes medidas.