Agustina Vítola es antropóloga y junto a su socia Soledad Corbo diseñadora industrial de profesión, dieron origen en primera instancia al emprendimiento madre llamado Cuchara.
En Cuchara “hacemos un poco de todo, principalmente diseño de eventos, cursos y herramientas de diseño pero puestas al ámbito gastronómico. Hace un tiempo, empezamos a estudiar todo lo que tiene que ver con con la materia prima autóctona y arrancamos como una submarca llamada Autoctonario que apunta a la venta de productos -en comparación con Cuchara que es venta de servicio-” señaló Vítola.
Así fue que las emprendedoras comenzaron a desarrollar un producto por completo, dando origen a bombones y chocolates hechos con productos nativos del Uruguay. Luego de investigar “vimos que los frutos nativos tienen un uso gastronómico hiper interesante, super versátil. Nos topamos con poco conocimiento y desarrollo en el área, algunos productores estaban comenzando a conocer pero en general la gente no sabía lo que era un butiá, una pitanga” comentó Vítola. En vista de la poca información, el equipo decidió que a través de los chocolates, era una excelente opción difundir los frutos nativos.
En este momento, los chocolates se están produciendo con guayabo, arazá y butiá, porque esos tres frutos son los que están con más desarrollo comercial, son aquellos que los productores cosechan y procesan y permiten que haya oferta de la materia prima. Mientras que pitanga o el guaviyú, son otros frutos nativos pero hay muy poca gente que los está produciendo; “imposible trabajar con esos frutos porque no podíamos estar seguros de tener esa materia prima durante el año”.
El chocolate que se utiliza para combinar con los bombones y los frutos es de origen belga, con un alto porcentaje de cacao en su composición, con distintas variedades, blanco, semi amargo y chocolate con leche, según la emprendedora “los mejores que se encuentran en el mercado”.
Para las emprendedoras la respuesta “ha sido genial, los clientes están muy satisfechos. En un principio habíamos pensado el producto como para los turistas que quisieran llevar un souvenir, no lo pensamos tanto para el consumo interno, porque el precio es bastante elevado. Se está vendiendo para regalo. Tenemos dos versiones estables, una es una cajita de bombones que sale $ 410 y otra es un set de 3 tabletas en un formato de degustación que vale $ 520”.
La pandemia motivó la generación de más acuerdos con distintos puntos de venta, por lo cual han logrado estar en distintos almacenes naturales, lugares de regalería y hace poco junto a un grupo de productores, ingresaron en la cadena Disco: el de Avenida Italia, Punta Carretas y Portones, solo con los bombones, por el momento.
Hasta ahora, Autoctonario está presente en casi 20 puntos de venta, y lleva vendidos más de 1.300 bombones y tabletas de chocolate y ya piensa en la incorporación de nuevos productos, enfocados en algas marinas y hierbas silvestres.