El premio, primero que el Concilio entrega fuera de Estados Unidos y Canadá, reconoce la excelencia en programas que aumentan la utilidad de un centro comercial. En esta ocasión le correspondió a la campaña “Rediseña” el concurso de diseño sustentable en el que jóvenes diseñadores crearon productos y prototipos a partir de lonas de cartelería publicitaria en desuso.