“Las cuatro modificaciones referidas a las empresas apuntan a aumentar la recaudación sobre la renta, dos de ellas procuran aumentar la base imponible del impuesto limitando las deducciones y las otras dos procuran aumentar la recaudación en concepto de impuesto sobre dividendos o utilidades. Toda esta carga recae directamente en los empresarios”, detalló.
Según indicó González, los estudios profesionales -y también las empresas prestadoras de servicios personales- que actualmente son contribuyentes de IRAE, están exonerados del impuesto sobre utilidades cuando no están constituidos como sociedades comerciales regidas por la Ley 16060.
Es por ello que en la actualidad en su mayoría tienen la forma de sociedad civil (las cuales desde el punto de vista fiscal son consideradas como sociedades de hecho). “La propuesta del gobierno pretende introducir el impuesto del 7% sobre utilidades a estas sociedades, quedando estas sociedades con una tributación muy similar a la de las sociedades comerciales”, comentó el responsable del área Contable y Tributaria.
“Lo que probablemente suceda, en caso de ser aprobada la propuesta del gobierno, es que se evalúe la conveniencia de convertir estas sociedades civiles en sociedades de responsabilidad limitada o sociedades anónimas, porque de esta forma se vería mitigada la responsabilidad de los socios frente a los riesgos del negocio”, concluyó.