Magdalena Lorenzo es la actual presidenta de Cámara Industrial de Alimentos

La Cámara Industrial de Alimentos renovó su Comisión Directiva para el período 2024-2025 y Magdalena Lorenzo fue elegida presidenta de la gremial, que integra la Cámara de Industrias del Uruguay. Se trata de la primera mujer en asumir ese rol en la gremial y se enfocará en mejorar la competitividad y agilidad del sector.

Magdalena Lorenzo fue elegida presidenta de la Cámara Industrial de Alimentos (Ciali), convirtiéndose en la primera mujer que asume la presidencia en esta institución que fue fundada en 1947 con el objetivo de coordinar y unificar los planteos de la industria alimenticia y fomentar programas de acción para su crecimiento.

“Es un gran desafío y un orgullo ser la primera mujer presidenta de Ciali. Somos varias las que venimos abriendo camino al acceder a cargos gerenciales en diversos rubros, pero es importante que la sociedad continúe avanzando. Para la gremial es una buena señal, algo en lo que viene trabajando porque históricamente las mujeres participaron en la Comisión Directiva pero es la primera vez que una mujer ocupa la presidencia”, apuntó Lorenzo.

La nueva presidenta de la cámara es CEO de la empresa familiar uruguaya La Cigale desde hace nueve años. Es socióloga, tiene un posgrado en Economía y cuenta con experiencia en políticas públicas con énfasis en planificación, monitoreo y evaluación en las áreas de educación, salud y medioambiente. También es consultora independiente en investigación de mercado.

Para su gestión se ha planteado como uno de sus objetivos principales estar cerca de los socios y escuchar sus planteos y problemáticas para trabajar en conjunto por una mejor industria de los alimentos, generando nuevas oportunidades y mitigando las dificultades que atraviesa el sector.

“Queremos mejorar las condiciones para la industria nacional. Hay cuestiones coyunturales, como lo que sucedió el año anterior a raíz de la brecha de precios con Argentina, que afectó especialmente a nuestro sector, pero hay otras más estructurales, que tienen que ver con los costos de la producción nacional y la idea es contribuir en la búsqueda de mejorar la competitividad”, señaló Lorenzo.

Otra línea de trabajo trazada para este período se enfoca en mejorar los tiempos de gestión y de desarrollo de las empresas.

“Para presentar un producto al mercado hay varios organismos del Estado ante los que se deben realizar trámites, habilitaciones y registros. Este proceso es muy importante, pero es necesario mejorar los tiempos porque las compañías tienen una dinámica de innovación, desarrollan el producto, diseñan el envase, pero pueden demorar meses en lanzarlo”, explicó Lorenzo.

El sector alimenticio es uno de los más grandes dentro de la industria nacional. La producción de alimentos envasados alcanza un valor anual cercano a los 4.600 millones de dólares, representando el 27% del valor bruto de producción de la industria, sin incluir a la refinería de Ancap.

Las exportaciones de alimentos ascienden a 1.600 millones de dólares y representan el 14% del total de bienes exportados por el país y el 21% de las exportaciones industriales (en ambos casos excluyendo las exportaciones de zonas francas).

En tanto, el consumo local de productos de la industria de alimentos envasados se sitúa en aproximadamente 3.100 millones de dólares, el 68% de lo que produce en un año.

Por otra parte, la industria ocupa formalmente a más de 40.000 personas de forma directa, representando más del 30% del empleo de la industria manufacturera, sin incluir a la refinería.

La Ciali abarca aproximadamente a 90 empresas de diversos sectores, entre las que se encuentran compañías especializadas en panificados, galletitas, golosinas, café, dulce, chocolates, alfajores, yerba y té, entre otros.

Entre las empresas socias hay compañías que trabajan para el mercado interno y exportadoras; nacionales y multinacionales; grandes, medianas y pequeñas.

Me tomo 5 minutos y… (en Pausat disfruto la calma de un rico café)

Entre el bullicio diario de Ciudad Vieja y el Centro, más precisamente en el límite de ambos barrios, sobre la calle Ciudadela, abrió sus puertas Pausat, un espacio que invita a detenerse unos instantes de la rutina y disfrutar de cafè i pans en una zona donde se mezclan ejecutivos y bohemios. Para conocer más cómo conviven estos trajines, conversamos con Valeria Noble, una de las socias directoras de Pausat.