“La soja sigue siendo el principal producto agrícola del Uruguay”, afirmó el ministro, a pesar de que, según explicó, el gobierno esperaba una productividad de entre 2.400 y 2.500 kilos de la leguminosa por hectárea, cuando en realidad se alcanzó un total de 2.000 kilos. “El efecto climático no solo afectó al país, sino a la región, lo que determinó una caída de producción importante que afectó en los precios mundiales”, dijo Aguerre.
Para tener una idea, cuando empezó la cosecha de soja, esta se cotizaba a US$ 314 y hoy en día está a US$ 405 la tonelada. “Para todos aquellos productores, el aumento de alguna manera compensó parte de la pérdida de producción, lo que no quiere decir que esta no haya sido importante”, agregó el titular del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Aguerre indicó que los precios internacionales de la soja siguen subiendo sostenidamente desde hace cuatro meses, al igual que los del trigo y el maíz, lo que convierte al 2016 en un año “bisagra”. “Bisagra porque está retornando el ciclo de precios en ascenso para el ajuste de los costos. La urea vale US$ 290, cuando el año pasado valía US$ 460; el combustible al productor le costaba US$ 1,50 y hoy cuesta US$ 1,25”, señaló.
Aun así, para el ministro no quiere decir que esté todo resuelto, pero sí implica ver la cosecha de verano con un ánimo esperanzado. “Esperemos que no tengamos un efecto climático de demasiado impacto en materia de lluvias. Se anuncia una Niña y los años Niña son más secos que lo normal, pero vamos a ver cómo se comporta, es temprano para hacer previsiones”, finalizó.