“Fui muchos años auditor de PWC, luego gerente general de Santander Afap y más adelante la misma posición en frigorífico San Jacinto por casi 20 años hasta que el año pasado me sumé al grupo Ancap como gerente general de ALUR, y además soy transitoriamente presidente del directorio. En el tiempo que llevo en la empresa logré enamorarme del proyecto, sobre todo del desafío de producir biocombustibles en Uruguay. Sé que llegué a una empresa muy maltratada por diferentes circunstancias, una compañía que durante mucho tiempo ha estado mal en la boca de la gente y con equipos de trabajo que han convivido con un sentimiento de culpa por trabajar en Alur. Por eso el gran objetivo de apostar a reorganizar esta industria pero también me encanta el desarrollo productivo que lleva adelante Alur en el interior del país. Tengo claro que una de las grandes batallas que tenemos que ganar es lograr producir biocombustibles y que sean cada vez más baratos para que la gente quiera pagarlos sin molestias.
Hoy el Biodiesel se produce de la molienda del grano de soja principalmente y también de la recolección de aceites ya usados de hogares o comercios. Actualmente producimos 43 millones de kilos al año y se usan para la mezcla de los 800 millones de litros de gasoil que se comercializan en Uruguay anualmente. Por el lado del Bioetanol en la medida que bajemos sus costos preferiría que crezca la mezcla en la nafta hno más allá del 12% (actualmente 10%), de esta manera podríamos poner las plantas a capacidad plena de producción. Hoy el bioetanol se puede producir de dos maneras caña de azúcar o granos tales como sorgo, máiz, trigo nosotros producimos en Paysandú en una planta súper moderna y en Bella Unión con caña, en total la compañía produce 85 millones de litros. En cuanto a empleados la empresa cuenta con 800, 90 de ellos en la planta de Paysandú que es moderna y costó unos US$ 150 millones. Mientras que en Bella Unión, la zona tuvo muchos intentos de cooperativas que fracasaron y hoy la planta de Alur es la única generadora de trabajo del lugar, desde ese complejo llega no solo el bioetanol sino también azúcar Bella Unión. Todo el desarrollo cuenta con más de 400 funcionarios, 300 productores que están alrededor de la planta así como 1.400 cortadores y toda Bella Unión que dependen de todo lo que se genere desde Alur por lo tanto otro desafío que tenemos es generar otras fuentes laborales en la zona así podríamos redefinir procesos que hoy son complicados de llevar adelante. Otra condicionante que tenemos es que por nuestro clima la caña de azúcar de Uruguay necesita riego en verano, así como tienen exceso de agua en invierno y eso incrementa los costos, por eso el bioetanol de Bella Unión es más caro que el de Paysandú. Tenemos mucho para trabajar para bajar los costos de producción y mejorar fuertemente el funcionamiento, siempre haciendo bien los deberes, además concientizar al país, el sector político y a la población para que estén dispuestos a pagar un poco más por ser “verdes” a la hora de consumir y continuar reforzando la idea del Uruguay Natural. Los trabajadores de Alur tienen mucho para darle a esta empresa y aportarle al Uruguay.
Gracias a quienes nos acompañan:
en la empresa”.