“Mi nuevo rol hoy en día está por el lado de desarrollar el family office con nuestra familia. Entre los cuales está está Kinko, los Strip Centers (que tenemos dos y en la pandemia tuvieron un impulso increíble por ser centros comerciales a cielo abierto y que daba esa sensación de aire libre). En Kinko mejoró el ticket promedio. En el proyecto Sbarro sí nos golpeó porque los locales están en los centros comerciales, que tuvimos que cerrar. Pero cuando reabrimos confirmamos que se había formado un club de fans muy bueno que volvieron a consumir Sbarro y hoy estamos en niveles del 70%, lo que nos llena de satisfacción. Acabamos de abrir un local en Punta Carretas, nos animamos a apostar a los shoppings. Está en la plaza de comidas y todo va muy encaminado. Mi rol como empresario cambió, me saqué los trajes y me puse los jeans, estoy muy de cerca de mi familia de manera que el patrimonio pueda ser transgeneracional y que podamos crear valor a través del tiempo. Mi rol también es estar cerca del retail, ver qué pasa con la nueva tecnología. Si hablamos de los Kinko o los Sbarro creo que hay oportunidad a desarrollar franquicia. En Sbarro estamos en esta fase y con la idea de abrir dos locales más. Obviamente el camino ideal lo vemos por el interior. Los Sbarro idealmente es que estén en centros comerciales porque siempre te ofrecen una masa crítica importante, pero también en grandes avenidas, que también otorgan el flujo que se necesita y se pueden trabajar diferentes turnos. Todo lo que es litoral, Colonia es una buena opción y el interior de hoy es mejor que en el pasado. En los negocios de retail cada apertura es una bala de plata, no podés arrastrar el negocio sino elegís bien la ubicación. No estamos dispuestos a arriesgar en cosas que están tremendas pero a veces están un poco a destiempo. Lo vivimos con los Strips. Antes de la pandemia veníamos luchando para conseguir inquilinos, hoy los llenamos. La conclusión es que a los Strip centers los veíamos como un buen negocio pero estábamos a destiempo. Hay una frontera muy frágil entre estar a destiempo y ponerte a tiempo. Por ejemplo, hace 5 años hablábamos de la omnicanalidad y ahora está acá. Sbarro funciona bajo un modelo sistemático que permite que si lo respetás con las cantidades, los tiempos, los hornos vas a sacar el mismo producto siempre y damos la opción de una pizza neoyorquina con materias primas uruguayas. Su secreto está en el modelo sistemático. Escarbando un poco nos dimos cuenta que nuestra agua influye y es buena y a nivel de fiambres y lácteos somos muy buenos en Uruguay. El diferencial es el conjunto de cosa”.
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