Despidiendo un entrañable amigo: el diskette

(Por Eduardo M. Aguirre) Marzo de 2011 es la fecha que se ha puesto Sony como límite para producir sus últimos diskettes. ¿El motivo? Como siempre, la caída en sus ventas. Ya se sabe, que la crueldad del mercado no mide los méritos que hayas hecho en tus años de apogeo. Sólo importa tus números hoy. Y mi amigo, el floppy, obviamente ya no vende como antes.

¡Uh... dejan de fabricarse los diskettes!, exclamé. Inmediatamente mi hijo mayor (10 años) que estaba cerca me preguntó: “¿los qué pá?” Tuve que apelar a una cajita de cartón donde por casualidad encontré algunos muy bien guardados desde hace vaya a saber cuánto tiempo. Es lógico, gran parte de los llamados “nativos digitales” ni idea tienen del diskette y de la cantidad de veces que nosotros (los Generación X) lo utilizábamos y a cada momento, hasta no hace muchos años. Cientos de drivers hemos instalado de placas de video, de sonido, de red, de módem/fax. Y el problema que nos generaba por aquellos días perder el bendito floppy con el driver, cuando necesitábamos reinstalar la citada placa. Es que quiero que sepas hijo mío, que antes los archivos necesarios para instalar dispositivos en nuestras computadoras no podíamos bajarlos de internet simplemente porque para nosotros internet no existía. De modo que la posibilidad de poder seguir realizando nuestro trabajo dependía de encontrar el diskette correcto y rogar que con el tiempo que llevaba guardado no se hubiese dañado.
Recuerdo haber instalado un Office, allá por sus tiempos de génesis, utilizando unos 15 diskettes sucesivamente.
Era peligroso dejarlos sobre los parlantes del equipo de música ya que corríamos el riesgo de que el campo magnético de aquellos borrase por completo la información contenida en el floppy (soporte magnético, casualmente).
Claro que aún hoy hay profesores universitarios que siguen pidiendo los trabajos prácticos de sus alumnos en nuestros viejos y queridos diskettes.
Pero, ya lo decía Vox Dei, “todo concluye al fin, nada puede escapar” y el floppy dejará de existir oficialmente en marzo del 2011. En Japón en el año 2000 Sony consiguió vender 47 millones de estos discos, mientras que en 2009 los números de ventas cayeron hasta 8 millones, que igual es sorprendente contando que ya existían alternativas como CDs, DVDs y discos USB y pen drives.
De todos modos no debe dejar de sorprendernos que este medio de almacenamiento de datos sobrevivió tres décadas y uno de los países en los que aún se usa profusamente es la India, y precisamente por ello es que su vida se prolongará hasta 2011.
Igual ya estamos preparando la despedida y epitafios tales como “jamás olvidaremos esa parte de nuestras vidas que almacenaste en tus 1.44 Megabytes”

Con pasta de campeón (hay lugar en el podio para el uruguayo Joaquín Cafaro)

En el último tiempo el automovilismo volvió a ganar protagonismo en el Río de la Plata. Por un lado, en la vecina orilla, todos hablan de Franco Colapinto y, por otro, en las pantallas de todos los hogares, de Argentina y Uruguay, la miniserie de Netflix que retrata la vida de Ayrton Senna es la N° 1 más vista. En medio de eso, un piloto uruguayo –de 19 años– que compite en Argentina, Joaquín Cafaro, fue reconocido como el mejor debutante de 2024. InfoNegocios dialogó con este conductor de carreras que pisa fuerte el acelerador.

Hacia una gastronomía más sostenible

(In Content) Alsea, operador líder de restaurantes en América Latina y Europa, avanza en su compromiso con la sostenibilidad a través de iniciativas ambientales y sociales que impactan positivamente a las comunidades y promueven un futuro más responsable para la gastronomía.