Lo que deja Chávez: ¿Dios, demonio, megalómano administrador de la bonanza o romántico revolucionario?, ¿cómo queda parado Uruguay?
No es fácil definir a un tipo como Hugo Chávez Frías. Para poco más de la mitad de los venezolanos que lo pusieron nuevamente al mando del país en las elecciones de octubre, poco menos que un Dios (que desconocían la gravedad de su estado al momento de votar), y un demonio para tantos otros millones de compatriotas. A miles de kilómetros de distancia de esa realidad se dificulta cualquier tipo de análisis pero algo es seguro: gobernó un país partido al medio en todo sentido.
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No es fácil definir a un tipo como Hugo Chávez Frías. Para poco más de la mitad de los venezolanos que lo pusieron nuevamente al mando del país en las elecciones de octubre, poco menos que un Dios (que desconocían la gravedad de su estado al momento de votar), y un demonio para tantos otros millones de compatriotas. A miles de kilómetros de distancia de esa realidad se dificulta cualquier tipo de análisis pero algo es seguro: gobernó un país partido al medio en todo sentido.
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