Uruguay recibirá del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dos préstamos por un total de US$ 210 millones. Se trata, concretamente, de un crédito de US$ 145 millones para impulsar la recuperación económica y fiscal postpandemia del país, y otro de US$ 65 millones para la mejora de corredores viales.
En el primer caso, es la segunda operación de una serie en apoyo de reformas de política, la cual está integrada por dos créditos contractualmente independientes -aunque vinculados técnicamente- para apoyar a Uruguay durante y en la postpandemia.
Es decir, la primera operación de US$ 350 millones fue aprobada en 2020, ahora esta segunda de US$ 145 millones recién aprobada contribuirá a fortalecer el efecto anticíclico de la política fiscal con la introducción temporal de medidas para la protección del ingreso de los hogares vulnerables y el incremento de la liquidez de las micro, pequeñas y medianas empresas.
También apoyará la provisión de bienes y servicios esenciales a través de medidas de política y gestión pública, y promoverá la recuperación económica y fiscal.
Este crédito del BID de US$ 145 millones tiene un plazo de amortización de 20 años, un período de gracia a ser acordado con el desembolso de los recursos, y una tasa de interés basada en LIBOR.
En el segundo caso, el préstamo del BID de US$ 65 millones busca mejorar la infraestructura de transporte del país, fundamental para contribuir en el aumento de la competitividad de los sectores forestal y agroindustrial de la región.
En este sentido, desde el Estado se ha identificado al sector de infraestructura y servicios de transporte como uno de los pilares para la recuperación económica del país. Con este apoyo, se reducirán costos de transporte, se incrementará la competitividad de las exportaciones y se apalancará la reactivación del sector productivo uruguayo.
Bajo el programa de mejora de corredores viales de uso agroindustrial y forestal, la Corporación Nacional de Desarrollo será quien reciba los fondos para ejecutar las intervenciones de rehabilitación y ensanchado de algunos tramos y puentes de la Ruta 6.
Además de reparar esta importante infraestructura vial, también tendrá un componente de fortalecimiento institucional para el estudio, compra de equipamiento tecnológico, implementación del nuevo sistema de gestión de activos viales y el diseño y ejecución de un centro de gestión de la infraestructura y el transporte por carretera.
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