¿Qué es CUTI?
Es una asociación privada de empresas de tecnología de la información que este año cumplió 30 años de actividad. Nuclea empresas que en forma voluntaria se integran a la asociación para hacer crecer la industria. Siempre hago la analogía con un club deportivo, todos se unen con un fin común para sacar adelante el sector.
¿Cómo ha sido el desarrollo?
Intenso. Es una industria que está cambiando el mundo, super vigente, que tiene mucho potencial de crecimiento todavía; está todo por hacerse a pesar de que hace años de que viene creciendo. Uruguay particularmente tiene grandes oportunidades siempre y cuando haga cosas como participar en la formación de los jóvenes.
¿Cómo está posicionado Uruguay en el mundo?
Está bien posicionado a nivel de desarrollo de software pero competimos contra monstruos, contra países que se mueven rápido, contra políticas de Estado que apalancan el crecimiento y desarrollo de nuevos talentos. Se proporciona un ecosistema que brinda las condiciones necesarias para que realmente sean competitivos en el mundo. Uruguay está bien posicionado en el mundo, no por el precio pero sí en lo que es valor agregado. El uruguayo trata de resolver y se compromete con el problema.
¿Cuál es el principal desafío para crecer?
Seguir logrando y seduciendo a que más jóvenes se vuelquen al estudio y a carreras vinculadas en la industria de la tecnología de la información. Por ejemplo la educación está centralizada en Montevideo, hace pocos años que existe una oferta educativa en el interior del país y eso hace que a la gente le cueste decir que dentro de su abanico de oportunidades de formación las tecnologías ocupen una de las opciones, no son carreras ni empleos tan conocidos. A veces no se conoce el potencial, el futuro o las oportunidades que tienen carreras como ser desarrollador de videojuegos.
En esta industria, las personas se forman para trabajar en el mundo y no en algo tan local. Es difícil esa apuesta cuando decide formarse en algo que desconoce.
¿Hace cuánto que estás dentro de CUTI y vinculada al sector?
En CUTI hace 14 años. Antes trabajé en una empresa importadora de hardware de lo que es la parte dura de los componentes de la plataforma.
¿Un cambio importante no?
Un cambio divino, trabajar para construir una industria es increíble. La cámara te da la posibilidad de hacer y de crear en conjunto; se trabaja con las empresas, instituciones públicas, privadas, actores de la academia, y sumar esfuerzos para lograr un objetivo común es genial.
¿Hay una sinergia entre todos los componentes o se encuentra estancado?
Sí, totalmente, nosotros, más que como cámara, queremos mostrarnos como instrumento y articulador para que muchas cosas puedan pasar. Lo más importante es el diálogo que promueve la generación de cambios. Qué mejor que una industria que ofrece empleos de calidad.
¿Cuántas personas nuclea el sector?
Nosotros tenemos un censo que releva las empresas de CUTI -que son las más representativas en el sector-, el cual dio 15.000 personas trabajando en el desarrollo de software y 25.000 vinculadas al sector.
¿Cómo es Un día de Andrea Mendaro en CUTI?
Inicio temprano aquí en la oficina o afuera en reuniones, pasamos mucho tiempo interactuando con otros actores, siempre. Sea el Ministerio de Industria, ANII, la academia o eventos que proponemos o reuniones con socios. Es algo muy dinámico, la carrera constante contra la bandeja de entrada. La agenda siempre completa desde mucho tiempo antes pero también todo planificado, mi equipo tiene mucha autonomía para trabajar. Tienen lineamientos y ejecutan pero de una forma bastante independiente. Mi oficina es abierta. Tenemos una comisión directiva que define hacia dónde caminamos y siempre hay que ver qué podemos hacer y qué no. La capacidad es limitada, nos gustaría estar en todo, pero no se puede.
¿Qué se le puede decir a una madre que ve tan de lejos todo lo que es tecnología?
Que es posible, que no es lejano. Lo que se busca es que tengan ganas. Los principales desarrolladores buscan cosas que los jóvenes ni siquiera se imaginan.
¿Cómo ves CUTI de acá a cinco años?
Muy fuerte y habiendo crecido muchísimo más. El empresario de este sector trabaja con mucha fuerza y se compromete con muchas ganas.
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Una alegría similar a la que se experimenta cuando un hijo crece y se realiza. Cuando en el año 1989 se creó la Cámara Uruguaya de Software tuvimos el placer de colaborar con su nacimiento y hoy treintañera, es una satisfacción enorme ver el desarrollo de una organización posicionada en el quehacer nacional y con enorme futuro.