Tredici surgió hace seis años como una iniciativa del empresario Gabriel López, quien lleva más de tres décadas en el rubro del calzado. Con una trayectoria marcada por los vaivenes económicos del país —incluida la crisis de 2001 que lo obligó a reinventarse desde un garaje— López decidió crear una marca enfocada exclusivamente en calzado masculino de vestir, producido de forma artesanal y con materiales de alta calidad, como el cuero en la suela y la capellada.
“Lo que buscamos es hacer lo que los chinos no hacen o no les conviene importar”, explicó López en diálogo con InfoNegocios. Esa lógica lo llevó a desarrollar un producto que no apunta al consumo masivo ni a competir por precio, sino a captar a un consumidor que valore la durabilidad y la manufactura local.
Tredici opera desde un taller en Cerrito de la Victoria, donde un equipo de artesanos produce a mano cada par de zapatos. A diferencia de las líneas industriales —donde se pueden ensamblar cientos de pares por hora—, en este caso un armador puede fabricar uno o dos pares por jornada. El proceso es lento, pero responde a una lógica de oficio que la empresa busca preservar, aunque admite que encontrar relevo generacional es cada vez más difícil.
Actualmente, los productos de Tredici se comercializan exclusivamente a través de su tienda online o en un único punto físico de retiro, la boutique de hombre Metal, con la que López mantiene una alianza. La producción está pensada para ser limitada y dirigida a un público que entienda la diferencia entre un zapato caro y uno valioso.
Con precios que van desde los $4.000 hasta los $8.000, Tredici intenta consolidarse como una opción para quienes priorizan la calidad sobre la moda pasajera. La estacionalidad del negocio y la falta de escala dificultan su rentabilidad, pero López insiste en que hay un nicho, aunque pequeño, que sigue dispuesto a pagar por un producto bien hecho.
“Hoy nadie está posicionado en calzado. Nosotros lo que queremos es que la gente reconozca que ahí se compra un buen producto. Vale, sí, pero es bueno”, resumió López, consciente de que su modelo de negocio va a contracorriente de las tendencias dominantes del mercado.
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