FUTPRO, la escuela de fútbol infantil fundada por el arquero profesional Sebastián Sosa junto a Diego Motovilo, atiende a más de 200 niños por año solo en su sede de Uruguay, y se prepara para ampliar su presencia con una nueva filial local y un eventual desembarco en Argentina.
Con base principal en Montevideo, en las instalaciones de One Football5 sobre Camino Maldonado, FUTPRO trabaja con niños de entre 4 y 13 años con una propuesta orientada a replicar el entrenamiento de un futbolista profesional. Aunque no participa en ligas ni competencias oficiales, organiza intercambios con otras escuelas y prioriza la participación activa de todos sus alumnos.
La primera experiencia de expansión internacional se concretó en 2019, cuando Sosa —entonces jugando en México— impulsó la apertura de una filial en Morelia. Esa sede sigue operativa, y se proyecta para este año una visita de intercambio desde México a Uruguay. En paralelo, los fundadores analizan absorber una escuela ya existente en Montevideo y convertirla en una nueva sucursal. También está sobre la mesa la posibilidad de abrir FUTPRO en Buenos Aires.
“La escuela funciona como un espacio de formación integral, más allá del fútbol. Hacemos talleres de nutrición y psicología deportiva, visitamos complejos profesionales, y buscamos que los niños vivencien desde pequeños lo que implica entrenar como un jugador profesional”, explicó Diego Motovilo a InfoNegocios.
En Uruguay, la escuela funciona con un equipo reducido: un entrenador a cargo del trabajo técnico, un preparador físico, y especialistas externos convocados durante el año para talleres. El modelo de negocio se sostiene mediante una cuota mensual de $1.400 y una matrícula inicial del mismo valor que incluye el uniforme. No hay convenios con clubes ni vínculos de representación de jugadores.
Sin grandes campañas de marketing, FUTPRO se nutre del boca a boca, las redes sociales y una fuerte presencia local en la zona donde opera desde hace más de una década. En 2023 cerraron el año con 85 alumnos activos y en 2024 ya superan los 75, con un flujo anual estimado de más de 200 niños.
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