En menos de un año, la startup uruguaya Wonk duplicó su base de usuarios, alcanzando más de 4.000 personas que utilizan su plataforma para encontrar cafeterías aptas para el trabajo remoto. También sumó más de 400 espacios registrados 60% en Uruguay y el resto en Argentina, incorporó nuevas funcionalidades en su app y amplió su equipo fundador con Malcom Beyersdorf, CTO con más de una década de experiencia en desarrollo tecnológico.
“Wonk nació porque nosotros mismos éramos trabajadores remotos que no sabíamos a dónde ir a trabajar. Queríamos resolver una necesidad real, y con eso en mente fuimos desarrollando todo”, relató Nicolás Mellado, CEO y cofundador de la app, en diálogo con InfoNegocios.
Esta solución creada desde el problema, es parte de lo que ha permitido crecer sin grandes estructuras. La plataforma, que al principio era apenas un mapa colaborativo, hoy permite calificar cafeterías según variables clave para el trabajo remoto (Wi-Fi, enchufes, ruido, ambientación) y filtrar resultados en función de las preferencias del usuario. “Ahora estamos sumando comentarios escritos, menús visibles desde la app, la posibilidad de que las cafeterías inicien sesión y carguen su propio contenido, y funcionalidades basadas en inteligencia artificial”, adelantó Mellado. Entre otras cosas, Wonk podrá sugerir cafeterías según la experiencia previa de cada persona, mejorando la precisión de las recomendaciones.
En paralelo a estas mejoras, Wonk lanzará una membresía paga que incluye descuentos y funciones adicionales. En ese sentido, dijo que es la primera vez que la app implementa un modelo de negocio basado en suscripción, que busca no solo generar ingresos, sino también validar si los usuarios están dispuestos a pagar por un servicio que hasta ahora había sido completamente gratuito. Según Mellado, el enfoque seguirá estando en Uruguay al menos hasta fin de año. “Queremos consolidar la propuesta, comprobar que la gente encuentra valor en lo que hacemos, y recién después avanzar hacia otros mercados”, explicó. De todos modos, Wonk ya cuenta con presencia en Argentina, donde tiene más de 150 cafeterías cargadas, y proyecta su ingreso a Brasil a mediano plazo.
En otro orden, expresó que: “El consumo de café en Uruguay creció mucho en los últimos años, pero seguimos siendo un país bastante conservador. En barrios como Pocitos o Punta Carretas hay cultura de café, pero no es algo tan extendido como en otras ciudades de la región”, analizó Mellado. En ese sentido, Argentina, Brasil e incluso países de Europa o Estados Unidos aparecen como terrenos para desembarcar una propuesta como Wonk, que además de ofrecer un lugar cómodo para trabajar, busca generar comunidad, combatir la soledad del teletrabajo y mejorar la productividad desde lo cotidiano.
Mientras tanto, el equipo evalúa salir a buscar capital por primera vez. Aunque en 2023 recibieron un fondo no reembolsable de ANDE para el desarrollo de funcionalidades (a través del programa BIM), hasta ahora no han concretado ninguna ronda de inversión tradicional. “Hoy tenemos más claridad, más experiencia y un producto validado. Si logramos demostrar que la gente paga y renueva la suscripción, probablemente demos ese paso para internacionalizar la marca”, afirmó.
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