A nivel mundial estamos asistiendo a un período de fuerte desaceleración (sino recesión) de las principales economías y procesos inflacionarios que en varios casos están siendo históricos. Esto afecta nuestro sector externo, que ha sido uno de los más dinámicos en los últimos años. En este contexto, interesa destacar al menos dos características de las exportaciones de bienes de nuestro país.
La primera es que el núcleo surge en el sector de agronegocios, con productos que se venden tanto en su etapa primaria como en su etapa industrializada. En el año móvil finalizado en junio de 2022, las exportaciones -sin considerar zona franca- totalizaron un monto de USD 11.033 millones, correspondiendo cerca de un 75% a ventas de origen agroindustrial. La mayor parte de estas exportaciones están limitadas por la oferta más que por la demanda, siendo en una gran parte tomadores de precios (el precio es un dato que viene determinado por los mercados mundiales y los principales jugadores en el mercado de cada producto).
La segunda característica es que la región importa, cuantitativa y cualitativamente. De cada 100 dólares que se exportaron en el periodo julio 2021-junio 2022, 26 correspondieron a ventas a Brasil y Argentina. La importancia de la región no solo se debe ponderar en cuanto al peso en la canasta de dólares recibidos sino en la inserción en determinados sectores que pueden ser parte de Cadenas Globales de Valor (CGV), con la potencialidad que eso implica en cuanto a desarrollo y diversificación al sesgo agroindustrial.
Por:
Matilde Morales, gerente de Consultoría Económica de PwC Uruguay.
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