Este fenómeno permite a las empresas "escalar" globalmente en diferentes territorios y participar en la vida económica de estos, aun sin tener una presencia física significativa. No se recaudan impuestos donde generalmente se da el consumo ni donde se encuentran los usuarios.
En este contexto, días atrás el G7 acordó establecer un impuesto mínimo global (IMG) a las empresas multinacionales y una reasignación a las jurisdicciones de mercado de las ganancias superiores a un índice.
El IMG establece un sistema bajo el cual una empresa de un país específico pagará impuestos por al menos un determinado porcentaje de sus ganancias, sin importar dónde las obtenga. Se examina la implantación de una tasa acordada que oficiará de “piso tributario”.
Se pretende disuadir de que las empresas multinacionales trasladen sus ganancias a países de baja o nula tributación, buscando gravarlas a una tasa efectiva lo suficientemente alta, no solo donde se declaran o se crea valor, sino también donde la riqueza se explota o consume.
Si bien restan cuestiones no menores por resolver (por ejemplo, cómo y a qué empresas multinacionales se aplicará el IMG), los grupos multinacionales enfrentarán importantes desafíos. La nueva realidad demandará nuevos enfoques y la búsqueda de soluciones que hoy cuesta anticipar.
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Por:
Luciana Ávalo, senior manager de Precios de Transferencia de PwC Uruguay.
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Eliana Sartori, directora de Asesoramiento Tributario, Legal y Contable de PwC Uruguay.
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