Se están diseñando herramientas que responden a necesidades de las nuevas generaciones de trabajadores, conformadas por inmigrantes digitales y nativos digitales. Asimismo, la creación de nuevos empleos con perfiles digitales, su alta demanda y la necesidad de retenerlos requieren prácticas de gestión humana que incentiven la agilidad y adaptabilidad a los cambios.
Quienes trabajan en gestión humana deben valerse de nuevas tecnologías para establecer canales de comunicación con sus colaboradores, fomentar agendas digitales compartidas y el trabajo en equipo en forma virtual, crear espacios físicos de trabajo colaborativo y de innovación y plantear formas de retroalimentación ágiles. Ejemplos de ello son la combinación de la oficina tradicional con el “home office” y el surgimiento del llamado “tercer espacio”: lugares de trabajo colaborativo, tanto dentro como fuera de la empresa.
Sin duda, la tecnología digital está tendiendo nuevos puentes de relacionamiento entre los distintos actores y equipos, pero no se debe olvidar que propiciar las relaciones personales cara a cara refuerza el sentido de pertenencia y sigue siendo el canal por excelencia de las relaciones humanas.
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Por: Rossana Grosso, directora del área de Gestión Humana de PwC Uruguay.
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