Durante las décadas de los 80’ y 90’ el pádel se hizo tan popular en Uruguay que no era raro escuchar frases como “hay más canchas de pádel que jugadores”. Sin embargo, el tiempo hizo lo suyo y terminó mostrando que sólo fue una moda, al punto que a principios de los 2000’ cuando alguien hablaba sobre un negocio al que no le veía futuro, se refería a dicha actividad como “son las nuevas canchas de pádel y el nuevo videoclub”. Sin embargo, el tiempo sigue pasando y el deporte de paleta parece tener una nueva oportunidad, también en Uruguay.
Boss Padel es una empresa creada por uruguayos amantes de ese deporte que vieron a tiempo la nueva tendencia mundial y decidieron adelantarse para suplir la necesidad del mercado. De esta manera, crearon un modelo de negocio con el que importan canchas de pádel desde el exterior y las instalan donde el cliente lo desee.
Pero cuidado: no se trata de el clásico paredón de bloques pintado de verde con líneas blancas. Las canchas para esta nueva generación de deportistas estan equipadas con la superficie de juego (“alfombra”), perfilería metálica y tejidos, planchas de vidrio templado para delimitar el perímetro e iluminación.
Joaquín Pérez, uno de los socios de Boss Pádel, comentó a InfoNegocios que desde que comenzaron con la empresa, hace unos dos años, llevan más de 30 canchas vendidas. El público objetivo está formado por personas amantes del deporte que desean tener su propia cancha, clubes deportivos que desean ofrecer más opciones para sus socios y barrios privados que ponen a disposición de su población una nueva comodidad.
Quien desee comprar una cancha se encontrará con distintas opciones que se pueden amoldar a sus necesidades y gustos, y el costo ronda los US$ 35.000 incluyendo la instalación.
Dicen los que saben que, a diferencia de lo que sucedió hace 30 años, esta vez el pádel vino para quedarse ya que no es un fenómeno local sino mundial. Cada vez son más las cadenas de TV que transmiten campeonatos profesionales y los clubes exclusivos de pádel; en España ya son más las canchas de pádel que las de tenis y la instalación de canchas en México, Francia, Alemania o Chile tampoco para de aumentar, por sólo mencionar algunos indicadores. Uruguay no parece ser ajeno a esa tendencia y todo indica que el deporte de paleta no sólo volvió sino que es un buen negocio.
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