Vienen por todo: la brasileña Marfrig compró el 51% de la curtiembre local Zenda

En épocas de crisis, cuando las empresas necesitan aire para crecer, siempre aparecen fusiones y adquisiciones. La más reciente fue la del grupo de alimentos brasileño Marfrig dueño en Uruguay de los frigoríficos Tacuarembó, La Caballada, San José y Colonia, que acaba de adquirir el 51% del paquete accionario de la curtiembre uruguaya Zenda (ex Branaa) por unos US$ 45 millones. Según dice Marfrig en un comunicado, ambas empresas buscan mejorar su competitividad y apuntan al crecimiento de la cadena de producción agropecuaria de Uruguay. Zenda posee plantas industriales en Uruguay, Argentina, Chile, México, Alemania, Sudáfrica y China, con una capacidad de producción diaria de hasta 7.000 cueros acabados y cortados. El grupo Zenda facturó en 2008 unos US$ 117 millones por la venta de productos para la industria automovilística. Es proveedor de BMW, Audi, Ford, Peugeot, VW, Porsche, entre otras marcas. También provee a la industria de la aviación (Hawker Beechcraft, LAN, Aerolíneas Argentinas y Pluna). Y como siempre estos cambios de timón generan incertidumbre, Marfrig despejó dudas e informó que el directorio y los cuerpos técnicos, operacionales y comerciales del Grupo Zenda permanecerán en la empresa.

El auge de la ropa vintage de lujo (dónde comprar piezas de Dior, Paco Rabanne, Kenzo, Yves Saint Laurent y otros diseñadores internacionales)

(Por Rosina De Armas) En Ciudad Vieja, las tiendas Ceibo y Reconquista se unieron para ofrecer ropa que destaca por su confección y la nobleza de los materiales. Los dueños de estos locales, Hernán Clavijo y María Pía Galvalisi, evalúan la posibilidad de abrir un nuevo espacio ante la receptividad de los clientes y el aumento de las ventas.

Los vicios del “micromanagement” (¿en tu empresa hay?)

El “micromanagement” es un estilo de liderazgo excesivamente controlador, donde los líderes supervisan en exceso el trabajo de sus colaboradores, interviniendo en cada detalle de las tareas asignadas. Este enfoque puede parecer, en principio, un intento por garantizar la calidad, pero a largo plazo, produce efectos negativos, tanto en el rendimiento como en la moral del equipo.