... es uno de los países con menor consumo de esta droga. Los usuarios de Coffee Shops son en un 90% turistas.
Sin embargo tanta libertad tiene reglas: los Coffee Shops no pueden hacer apología del consumo, la palabra marihuana solo se nombra en la carta, no permiten entrar a menores de 18 años, no se puede fumar tabaco ni beber alcohol, no pueden entrar con lentes y gorro ya que se graba todo.
Es muy difícil obtener una licencia para poner un local y dentro de los mismos no puede haber en stock más de 10 kilos de marihuana. La forma de venta es de lo más variada desde la opción “ármalos tu mismo”, los ya armados, en comestibles como los spacecakes, galletas y tortas. Pero hecha la ley hecha la trampa y si bien una persona -en un local- no puede consumir más de 5 gramos ni tener posesión de esa cantidad por la calle, no hay registros, uno puede salir “de bares” y consumir 5 en un local, 5 en otro y así sucesivamente.
No obstante, la tendencia es a la desaceleración de estos Shops. La ley está cambiando y solo van a permitir residentes formalizándose en club’s. El problema mayor es que aunque este discriminalizado pero no legalizado la droga llega de manera ilegal y eso influye en la calidad del producto.
Lucia está disfrutando de su licencia viajando por el viejo continente y no se desprende de la pasión periodística, sigue informando. Su paseo incluye Barcelona, Madrid, París, Brujas, Ámsterdam y Londres, ¿te animás a pasarle alguna sugerencia, pique o plan?... dejale tu comentario más abajo.
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