Con el objetivo de atender de mejor manera el mercado interno y también de comenzar a exportar, Fumaya inauguró en mayo de 2011 una planta de 5.000 m2 construidos en un predio de cuatro hectáreas en la zona de Paso de la Arena. Más allá de las buenas noticias por su impacto en la economía del país, implicó un gran salto en cuanto a calidad edilicia respecto a lo que estaba acostumbrado Uruguay. Dentro de las principales virtudes, resaltan los hechos de que es una fábrica 100% de hormigón, sin vidrios —cuenta con placas de acrílico —, tiene paredes dobles con aislación térmica y un piso adecuado para soportar carga logística y de industria.
Así y todo, exactamente seis años después de su apertura, por factores desfavorables para el rubro, la familia Aliskevich se vio obligada detener la producción para dedicarse únicamente a la importación de muebles. Por esta razón es que hoy la planta está a la venta.
Andrés Pugliese, director Comercial de Alto Panorama, la empresa encargada de la comercialización de la fábrica, nos explicó que precisamente por sus características, es única en su especie en Uruguay. “Son 5.000 m2 que están casi sin columnas en un gran sector. Hoy la planta está subdividida por paneles móviles, de construcción ligera, porque está adaptada a los tres grandes procesos que tenía la fabricación de muebles, pero se pueden juntar, eliminar o subdividir todavía más”, indicó. De esta manera, más allá de para qué la utilizaron sus actuales dueños, la planta espera de brazos abiertos la llegada de alguien que se dedique a cualquier tipo de rubro. “Tiene un piso adecuado para albergar cualquier actividad logística y, además, por la zona en la que está, ese padrón tiene una aprobación por parte de la Intendencia para llevar adelante actividades logísticas y también industriales”, añadió el director.
La planta cuesta US$4.500.000 y el objetivo es tenerla vendida para diciembre. ¿Es fácil venderla, entonces? “No es que sea fácil, porque se está haciendo valer la calidad de la planta”, explicó Pugliese. Más allá de su costo, para el director Comercial de Alto Panorama la clave está en entender que comprar la planta de Fumaya hoy representa una oportunidad a futuro, tanto para inversores locales como extranjeros. “Para unos es una opción para mudarse o instalarse en un cordón logístico próximo al puerto que da a las rutas que llevan al centro y litoral del país. Para los otros, el factor oportunidad está dado porque es una planta que se pone a funcionar hoy, porque está operativa en un 100% y en un estado de conservación espectacular”, dijo. Asimismo, el predio abarca 45.000 m2, por lo que cabe la posibilidad de ampliar la cantidad de metros construidos de ser necesario.
Por otra parte, la oportunidad también va acorde a la realidad del mercado, según Pugliese. Es que como la industria en general está algo deprimida, los precios “no están por las nubes”. “Es una planta ideal para aquel que entiende que el país está como para hacer una inversión por la futura reactivación industrial”, explicó.
El director Comercial de Alto Panorama concluyó diciendo que, probablemente, si la planta hubiese estado a la venta cuando Nestlé (cliente de la firma especializada en venta de predios industriales) estaba por decidir la ubicación de su centro de operaciones, la hubiese adquirido por sus características (NdelR: te contábamos días atrás del proyecto de US$20.500.000 de la multinacional). “No hay productos de este estilo a la venta en Uruguay, porque el que la hace, la construye para usarla”, finalizó Pugliese.
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