Hace apenas unos días, durante un encuentro en el que presentaban algunos datos del comportamiento del sector vitivinícola uruguayos durante los últimos meses, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI), el enólogo Ricardo Cabrera, señalaba que, “este año, con la pandemia del COVID-19 y contrariamente a todo lo que se podría pensar, el sector siguió trabajando”, agregando que lo que la pandemia trajo aparejado fue “un crecimiento del consumo, seguramente por la responsabilidad de quedarse en casa”.
Según el presidente del INAVI, este último factor haya sido “seguramente una de las causas por las cuales el consumo aumentó y aumentó notoriamente, ya que en comparación con 2019 creció un 13% de enero a octubre de este año, al tiempo que decreció el vino importado”.
Más allá del comportamiento que los consumidores hayan podido tener, vale la pena recordar que Uruguay es -y seguirá siendo por lo que se ve- uno de los países de mayor consumo de vino per cápita del mundo, alcanzando un promedio anual de cerca de 25 litros por persona –lo que lo sitúa en el ranking internacional entre los primeros 15 países que disfrutan esta bebida.
Ahora bien, este aumento significativo del consumo del vino también tuvo un punto destacable en lo que se refiere a su comercialización al exterior, es decir en las exportaciones, que según datos de INAVI lleva, en lo que va del año, un total de 5.560.000 litros exportados, “o sea que la tendencia es creciente -dijo Cabrera- y el valor de las exportaciones es muy interesante”, remarcando que el destino de estas exportaciones es a más de 50 países en todo el mundo.
Un dato interesante para sumar al análisis del incremento del consumo es que, en Uruguay, cerca del 65% del vino se comercializa en las grandes superficies, donde la venta creció un 10% durante la pandemia, compensando de algún modo la caída que hubo durante los primeros meses en el sector gastronómico -que representa un 30% del canal de venta de los vinos, dejando el resto a vinerías y pequeñas tiendas.
Según datos de diversas consultoras de retail, las ventas que más crecieron en los supermercados fueron en el segmento de vinos de calidad preferente (VCP), cuyos precios oscilan entre los $ 250 y $ 300, en los que los vinos de etiqueta uruguaya -6 de cada 10- fueron preferidos por sobre los importados. Según los datos, los volúmenes de venta que se registraron en los meses de abril y mayo -plena pandemia- fueron los más destacados, alcanzando cifras similares a los meses en los que habitualmente hay mayores ventas, como son diciembre y enero.
En suma, la vendimia 2020, cuyos datos de molienda –según INAVI– marcaron un registro de 93.492.254 de kilos de uvas molidas, pertenecientes a 159 bodegas de 15 de los 19 departamentos de Uruguay, será histórica por muchos motivos, pero quizá el principal sea uno: mientras el mundo se detuvo por completo por el coronavirus, la tierra en nuestro país ofreció un regalo memorable. Así que a descorchar y disfrutarlo.
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