Mientras que en todo el mundo las aerolíneas sufren por la pandemia, la aviación privada se fortalece. El Río de la Plata no es la excepción.
Hoy se puede viajar entre Uruguay y Argentina en barco o avión, pero las frecuencias están limitadas y pueden sufrir atrasos. Para peor, las medidas del gobierno de Alberto Fernández que habilitan la llegada de solo 600 pasajeros al día complicaron aún más la situación, y la aviación ejecutiva aprovechó a despegar.
El director de FLY Uruguay, Federico François, cuenta que la mayoría de las consultas apuntan en ese sentido. Hoy su empresa conecta 15 vuelos privados entre Montevideo y Buenos Aires por semana, una cantidad diez veces mayor que hace unos meses.
La mayoría de los pasajeros son argentinos de alto poder adquisitivo, con intereses económicos o propiedades en Uruguay que viajan solos o en familia.
A diferencia de las aerolíneas, la ventaja de este formato es la flexibilidad, ya que los pasajeros pueden salir en cualquier horario, circular por terminales privadas, y aterrizar en pistas grandes o pequeñas. También ofrece mayores garantías en lo sanitario, ya que se evitan las aglomeraciones en los aeropuertos y a bordo.
Se puede contratar un asiento o toda la aeronave en forma exclusiva, con un precio de US$ 400 la plaza ida y vuelta, aunque pocas veces se usan las dos vías.
La empresa también coordina vuelos internos, siendo las rutas más frecuentes aquellas que llevan al norte del Río Negro. Por lo general son empresarios o inversores que llegan a Uruguay y necesitan ir al interior y volver por el día. Con US$ 1.500 se puede alquilar un avión para tres personas y desde Montevideo llegar a cualquier punto del país.
“En todo el mundo está cambiando la manera de volar. La aviación ejecutiva se ha adaptado y suplantado en gran parte a las aerolíneas, que han sido muy afectadas. La mayoría debieron cerrar sus operaciones y la aviación general la absorbió.”, explica François.
Según el director (y también piloto) cada vez llegan más extranjeros con su propia aeronave, al punto de que en el aeropuerto de Melilla falta capacidad. Esto permitió a FLY crecer en otros negocios vinculados como la gestión de aeronaves, hangaraje, mantenimiento e incluso la importación.
Desde 2013 FLY Uruguay se especializa en toda clase de soluciones aeronáuticas, haciendo de intermediario y conectando a sus clientes con proveedores habilitados.
Además de la coordinación de vuelos ejecutivos a nivel internacional y local, su oferta incluye vuelos turísticos, publicidad, fotografía área, shows para eventos, vigilancia y patrulla forestal. Hasta cuenta con su propia academia de vuelo, y todos estos servicios crecieron en el último año.
Una de las opciones más populares son los vuelos panorámicos en avión o helicóptero. Impulsados por el turismo y los vouchers de regalo, cada día se realizan entre 10 y 15 excursiones, siendo en esta época lo más solicitado los paseos sobre Montevideo. Estos duran media hora y tienen un costo de US$ 50, volando por el este o el oeste de la ciudad.
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