Con locales en prácticamente todos los barrios de Montevideo y sucursales en once departamentos del país, Kroser, empresa uruguaya dedicada al rubro de la ferretería y afines, viene buscándole una vuelta de tuerca a los problemas generados por el COVID-19, intensificando por un lado las medidas de prevención sanitarias que exhorta el Ministerio de Salud Pública, mientras que por otro intenta dar en el clavo en su estrategia comercial –a través de una mayor venta online, una atención telefónica y vía whatsapp y entregando a domicilio los pedidos–, aprovechando así el hecho de que hay una mayor cantidad de personas en sus hogares con tiempo para reparar o reformar cosas o construir o pintar a nuevo.
“Si bien es cierto que las personas tienen más tiempo en sus casas para hacer un arreglo menor o mayor, el impacto comercial y económico que viene dándose con el coronavirus es fuerte”, dijo Francisco Gasparri, gerente general de Kroser, a InfoNegocios, agregando que “el golpe todavía es más duro con la licencia especial en el sector de la construcción”, una medida que vale remarcar abarca a cerca de 45.000 obreros.
Más allá de esto, que implica un freno en las obras hasta el 12 de abril, el gerente general de Kroser remarcó que “el mayor parate ya se dio, sobre todo en el mostrador, que cayó un 80% y es una de las fortalezas de nuestra empresa”.
Gasparri sostuvo que la idea es seguir trabajando firme en los 45 locales que existen en todo el país, brindando a las personas la calidad y el servicio de siempre, pero ahora en un horario más reducido y con menos personas atendiendo, pero fundamentalmente “respetando lo que Salud Pública pide”.
Por eso en su sitio web y en sus locales lo primero que ahora se ve es un aviso que dice: “Te llevamos lo que necesites a tu hogar. ¡No salgas! Nosotros llegamos hasta tu puerta”.
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