Además, planea lanzar un nuevo juego de mesa este mes para recibir el día del niño con una oferta más amplia a los 13 juegos ya propios de la empresa. Habichuelas nació hace más de diez años y se enfoca en juegos de caja para niños pero siempre tratando de que el adulto se divierta. “Porque si el adulto se divierte, juega el niño también. Muchas veces nos pasa que el adulto no deja jugar al niño y eso habla bien del juego”, dice entre risas Asaravicius.
Pero además de los juegos de caja, que son los que la empresa vende a otras jugueterías y librerías, Habichuelas también produce otros juguetes como los títeres sombra, Erizo, Chivichef, Escondido, pizarras imantadas, juegos de estrategias, juegos de motricidad fina, juegos de pesca con imanes y en todos “buscan que el color, el juego y el ritmo estén presentes”, según dicen. “Los adultos con el trabajo, en general tienen poco tiempo para compartir con sus hijos, entonces necesitamos que estos juegos sean de calidad y sobre todo cortos y dinámicos”, enfatizan.
Para su creación tienen un equipo de unos cinco o seis diseñadores que van rotando porque la idea es variar en la estética “y no casarnos con ninguna”. Estos últimos no los venden a mayoristas sino en su propio taller y local ubicado en 20 de setiembre 1453.
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