La tradición de regalar flores amarillas tiene un origen curioso: nació de la canción “Flores amarillas” de la novela juvenil argentina Floricienta (2004), protagonizada por Florencia Bertotti, que marcó a una generación en Uruguay y la región. Con el tiempo, el tema volvió a cobrar fuerza gracias a TikTok y otras redes sociales, donde se viralizó la costumbre de obsequiarlas como símbolo de amor, amistad o celebración de logros personales.
En el hemisferio sur, la fecha elegida para este gesto es el 21 de setiembre, día que marca el inicio de la primavera, mientras que en el norte se celebra el 21 de marzo. Este 2025, en Uruguay, la jornada cae en domingo y promete repetir el fenómeno de años anteriores.
Una tradición que llegó para quedarse
Desde Vivero Musacco, una de las distribuidoras de flores y plantas más importantes del país, confirman que la tendencia no para de crecer. “Hace 4 o 5 años que se empezó a ver, pero fue hace 3 años cuando se viralizó en TikTok. El año pasado fue fuerte y este año fue tremendo. Ya se instaló como una nueva costumbre”, explicó un vocero de la empresa.
El impacto comercial es tal que, para el vivero, la fecha se ha convertido en un nuevo hito de ventas: “Este año fue como un San Valentín”, señalaron.
La preferencia por flores amarillas —lirios, astromelias, crisantemos, rosas y girasoles— desbordó la capacidad de la producción nacional, por lo que buena parte del abastecimiento debió completarse con importaciones.
“Se vendió muchísimo. La producción nacional no da abasto, entonces se trae mucho de afuera. Este año ya estábamos preparados y trajimos flores de Ecuador, que es el productor de corte más importante del mundo. Importamos tres veces más que un embarque semanal habitual”, detallaron desde la empresa.
La compañía combina flores de su propia producción con compras a productores locales, y también abastece con importaciones a las florerías de todo el país.
Qué eligen los uruguayos y cuánto gastan
Aunque Musacco opera como mayorista, también recibe a particulares en su local cercano a Camino Carrasco. Según el vocero, las florerías arman los ramos a demanda, pero este año los productos más vendidos fueron los ramitos de cinco girasoles y los bouquets surtidos con diferentes variedades amarillas.
Los precios para el consumidor final oscilaron entre $900 y $1.000 por ramo, con ajustes propios de una fecha especial, tal como ocurre en San Valentín.
La costumbre de regalar flores amarillas no solo refuerza el vínculo de la gente con este gesto cargado de significado, sino que además abre una oportunidad para el sector floricultor uruguayo. “Parece ser una fecha que llegó para quedarse”, afirmaron desde Musacco.
Tu opinión enriquece este artículo:
Sergio Peteco :
MIRO ESTAS COSAS Y ME DA PENA... PARECIERA QUE URUGUAY NO TUVIESE INICIATIVAS PROPIAS... COMO PARA EMPEZAR ALGO, QUE LUEGO SEA TENDENCIA RESTO REGIÓN O MUNDO, SINO QUE SIEMPRE ESTAMOS COPIANDO Y SIGUIENDO TENDENCIAS, SURGIDAS, FUERA DE NUESTRO PAÍS! NO HAY TALENTO NI INVENTIVA PROPIA EN NUESTRO PAÍS? NO HAY "UN HECHO EN URUGUAY"?