El fin de semana del 14 y 15 de marzo todos los boliches de Montevideo y de muchos otros sitios del interior del país esperaban que el St. Patrick’s Day hiciera explotar sus barras. Desde hace muchos años el patrono de Irlanda tiñe de verde bares y calles de la ciudad. Sin embargo, el viernes 13, luego de la confirmación de los primeros casos de coronavirus en Uruguay, los duendes y tréboles de San Patricio se aquietaron, lo mismo que toda la cerveza artesanal que en esos días iba a venderse como agua.
Tras este parate en la comercialización, la Cámara de Cervecerías Artesanales del Uruguay decidió hacer una encuesta a 40 empresas representativas del sector, incluyendo productores, proveedores de materias primas e insumos y, fundamentalmente, propietarios de bares, pubs o tiendas especializadas, actores principales en lo refiere a la venta de la cerveza artesanal en Uruguay.
Para analizar los datos de la encuesta –denominada “Informe sobre el impacto de la crisis sanitaria y económica COVID-19 en las Cervecerías Artesanales y negocios conexos en Uruguay / Marzo-Abril 2020”–, InfoNegocios dialogó con Andrés Gómez, secretario de la Cámara de Cervecerías Artesanales del Uruguay, quien sostuvo que “sin una cancelación o al menos rebaja de los impuestos específicos que tiene el sector y sin un acuerdo de poder trabajar bajo un laudo propio, es muy difícil que podamos afrontar, en los meses que siguen, la caída de más del 80% de las ventas”.
De acuerdo al informe, el 60% de los encuestados ha tenido una paralización total de las ventas, mientras que el 40% restante ha sufrido una baja de más del 50%. Incluso, la falta de liquidez es otro problema, ya que el 65% no puede cobrar las deudas de sus clientes.
“El punto es que tanto para las empresas grandes como para las más pequeñas es difícil sostenerse sin ventas. Contraer costos, salarios, infraestructura… ni hablemos de inversión, algo fundamental para todo productor que quiera ser competitivo”, señaló Gómez, agregando que “la incertidumbre es muy grande, y más si pensamos en la zafra que viene, de meses más fríos e históricamente de menor venta”.
De no reactivarse las ventas, pero accediendo a créditos del sistema financiero y obteniendo aplazamientos en el pago de las obligaciones, las empresas estiman poder resistir en promedio cuatro meses. En cambio, sin ventas ni accesos a créditos, el informe de la Cámara de Cervecerías Artesanales del Uruguay es más que rotundo, ya que indica que “más del 90% de las empresas quebrarían luego del tercer mes sin ventas y sin apoyo financiero”.
La idea para revertir esto, según Gómez, es poder acercar al gobierno un proyecto o plan en el que “por un lado se pueda desbloquear el pago del IMESI (Impuesto Específico Interno) que tiene la producción de cerveza artesanal, que es de un 22%, y por otro podamos avanzar en un laudo específico para el sector, o un subgrupo, ya que estamos en el laudo del sector de bebidas, manejado por multinacionales y cuyos costos operativos industriales están muy ejos de ser los costos operativos artesanales”.
Finalmente, el secretario de la Cámara de Cervecerías Artesanales del Uruguay dijo que la caída en el sector no solo afecta la comercialización, sino también las fuentes de trabajo, existiendo una reducción de más de 81% de los empleos.
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