Hace años que Uruguay encabeza el ranking mundial de consumo per cápita de whisky. Cuando no está primero, está segundo o tercero, pero nunca por debajo del top tres. De hecho, en este momento ostentamos el segundo lugar, solo por debajo de Francia, con 1.77 litros de consumo de destilado por habitante. Sin embargo, llama la atención que para semejante mercado potencial no haya una oferta nacional de whisky. Aún así, no todo está perdido: hay un uruguayo que se embanderó con la causa, le puso su apellido a la etiqueta y salió a pelearla.
Hablamos de Enrique Larnaudie, un productor artesanal radicado en el departamento de Maldonado que en 2021 registró el primer whisky single malt uruguayo: Larnaudie. Esa clase de producto, por su complejidad y calidad, está categorizado como premium y cada botella ronda los 3000 pesos. Sin embargo, debido a que la calidad final depende en gran medida del añejamiento y lo ideal es un mínimo de ocho años, el volúmen de producción que hoy tiene Larnaudie no es lo suficientemente grande como para abastecer a grandes licorerías o cadenas de supermercados. Aunque las ofertas no han faltado y, de hecho, participó con algunas botellas en la última feria del whisky de Fresh Market.
¿En qué está el proyecto hoy? InfoNegocios conversó con el emprendedor, quien explicó que la producción actual es de unas 50 botellas por mes, de las cuales la mitad van a añejamiento y la otra mitad es vendida por Instagram o van para muestras internacionales (hay botellas de la bebida uruguaya en el Museo del whisky de Buenos Aires). A su vez, contó que recién están saliendo los productos que tienen entre tres y cuatro años de añejamiento.
“La principal dificultad para un producto así es que es de nicho. Aunque somos los principales consumidores, en las góndolas hay whisky por 700 pesos y por 900 pesos; Entonces, al whisky premium hay que conocerlo, hay que entenderlo para estar dispuesto a comprarlo”, explica. En esa línea, también contó que el negocio “puede llegar a ser excelente con determinados volúmenes y teniendo tiempo, pero los tiempos son tan largos que es difícil encontrar quién quiere invertir”.
Aún así, Enrique confía plenamente en la calidad de su producto y está abierto a recibir ofertas. Según explicó a InfoNegocios, la inversión necesaria para llevar el producto a una escala atractiva no debería superar los 400.000 dólares y la disposición a esperar por lo menos tres años para mostrar los resultados. Asegura que si bien ha recibido algunas ofertas las ha rechazado. ¿La razón? “Estamos siempre abiertos a propuestas serias que no sacrifiquen la calidad. Queremos que siga siendo un producto premium”, cierra su creador.
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