El MAI fue diseñado con el fin de implementar un sistema piloto que permita agilizar la incorporación de nuevas técnicas en gestión de innovación en biotecnología y nanotecnología. Fernando Amestoy, director del PCTP, explicó en la presentación del nuevo modelo que se trata de dos áreas claves para el gobierno y, además, implica el aprovechamiento de un nicho que no está del todo desarrollado en Uruguay, porque hoy, el mayor dinamismo se da, por ejemplo, en las TICs.
Según indicó el gerente General, John Saegaert, desde el parque cayeron en la cuenta de que si bien ya se estaban trabajando algunos proyectos, se hacía de forma aislada y reactiva frente a las oportunidades que iban apareciendo. “Entendimos que era mejor tener un método por el cual se tuviera la iniciativa desde el comienzo del proyecto, para que después, luego de cuatro o cinco años de investigación, no se tenga que dar marcha atrás”, dijo.
¿En qué consiste entonces el MAI? Implica la vigilancia tecnológica, saber cuál es el diferencial de un posible producto; preparar proyectos de investigación y desarrollo; el screening de resultados; hacer una valorización que incluya pruebas de concepto, estudio de mercado, pruebas clínicas y en animales, etc.; y una posterior comercialización. “El PCTP ya tiene experiencia con algunas de estas áreas y con otras no, por lo que el objetivo es desarrollar estos últimos componentes para darle integridad al proceso”, agregó Saegaert.
MAI cuenta con el apoyo del banco de desarrollo de América Latina, CAF, que fue responsable, en gran parte, de los US$168.000 que generaron la puesta en marcha del nuevo modelo. El director representante del banco en Uruguay, Germán Ríos, mencionó que si bien en nuestro país en el área de tecnología se destaca sobre todo el software, hay nichos como el de la biotecnología, nanotecnología, farmacia y energías sustentables: “son apuestas importantes para nosotros, porque son sectores que se van a desarrollar y tienen futuro”, comentó.
De parte de CAF, la idea es que de estos proyectos generados por el MAI puedan salir empresas que eventualmente puedan llegar a ser clientes. “Queremos apoyarlos en procesos más allá de su incubación y desarrollo de sus patentes. Queremos ir un paso más allá y ayudarlos a salir del país, lo que genera un mayor empleo y un mayor valor agregado”, indicó Ríos.
De momento, es un piloto que apunta a obtener los primeros resultados en un año, pero para Amestoy, el horizonte está puesto más allá. “Ojalá terminemos con uno o dos negocios tangibles, valorizados en el mercado, que sean cuantificables y que se puedan internacionalizar”, finalizó.
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