En Coquinario todavía se pueden ver algunos retratos y cuadros de Mario Benedetti. Son algunas de las cosas que Andrés Mermelstein, el dueño, no tocó de la decoración que quedaba del lugar anterior. Es que tiempo atrás, en 25 de Mayo y Treinta y Tres, estaba Big Mamma, un restaurante que estuvo unos cuantos años en el mismo local en donde el escritor uruguayo escribió “La tregua”, es decir, el café Sorocabana. Big Mamma cerró, Mermelstein vio una oportunidad, preguntó y por US$ 50.000 obtuvo la llave de un local casi todo equipado.
“Sabía del punto estratégico, de lo que fue el Sorocabana, lo que es Ciudad Vieja. Los bancos y oficinas centrales siguen estando acá, por lo que hay consumo”, explicó el dueño del restaurante que abrió sus puertas en octubre del año pasado. Precisamente, el público al que apunta es principalmente ejecutivo y, para ello, Coquinario ha logrado cerrar algunos acuerdos con empresas para tener asegurado un número determinado de clientes todos los días. “Al principio costó. Empezamos en una época del año relativamente buena, pero no dio para hacernos conocidos. En la época de verano el flujo de clientes bajó, pero al estar recién abiertos no cerramos como otros lugares que se tomaron licencia. Eso nos dio una mano”, contó.
La idea de Mermelstein es no aburrir a los clientes con el menú, por lo que todos los días se ofrece algo diferente, siempre dentro de la línea de las pastas, ensaladas y carnes de distintas variedades. Se trata de dos opciones, ambas con la comida principal, bebida, postre y café: la primera cuesta $ 370 y la segunda $ 425, porque está hecha con productos un tanto más elaborados. También existe la opción del menú express, sin postre y sin café, por $ 40 para los dos casos.
De acuerdo al dueño de Coquinario, “muchos locales abren y muchos cierran” por la zona. Frente a la consulta de por qué tirarse al agua a pesar del historial a la vista de varios restaurantes cerrados y de que es un barrio en el que hay una gran cantidad de ofertas gastronómicas, respondió: “Han cerrado algunos lugares por 25 de Mayo, pero no nos da miedo, es un desafío. Quizás hay un par de restaurantes, pero lo que veo es mucha comida para llevar, que no es competencia directa, porque nosotros apuntamos a algo más elaborado, por eso la diferencia de precio con las rotiserías”. Puede que las rotiserías no sean competencia directa, pero Mermelstein confiesa que La Corte, por la Peatonal Sarandí, frente a la Plaza Matriz, no sólo lo es, sino que además es la referencia. “Tratamos de alinearnos a ellos porque hacen las cosas bastante bien y por algo hace tiempo que están. Hay mucha oferta en la zona, pero con la opción de menú ejecutivo como la tenemos nosotros o La Corte, no hay tantos”, finalizó.
Por otra parte, Mermelstein indicó que Ciudad Vieja cuenta con una gran desventaja, que es el hecho de trabajar en un solo turno de lunes a viernes. Esto implica que los locales tengan costos fijos muy altos con una rentabilidad no tan buena como en un restaurante en otra zona. Sin embargo, él está convencido del crecimiento en potencia de Coquinario, lugar con el que pretende recuperar la inversión en unos seis o siete años.
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