Marcelo Bortolot es el propietario de Bortolot Gelatto y Café. Nieto de Bortolot Celeste, creador de la fórmula de los helados que en 1955 sus hijos llamarían “El Piave” al fundar la primera fábrica en Argentina y que al día de hoy cuenta con 14 sucursales en distintos puntos de la provincia y Capital Federal.
Bortolot Gelatto y Café se encuentra en Colonia de Sacramento, siendo la primera heladería que continúa con la tradición familiar en Uruguay, luego de elegir “un punto cercano que nos permitiera vivir con un cierto contexto de tranquilidad social. Antes vinimos de visita, nos fuimos enamorando y nos dimos cuenta que nos podíamos instalar comercialmente”. Marcelo Bortolot es parte de la cuarta generación de heladeros junto a sus primos, algunos de los cuales ya integraron a sus hijos al negocio; “mi padre siempre dijo que nacimos en un tacho de helado”.
“Mi abuelo era inmigrante italiano, llega a Argentina en principio a vender Bolas de fraile que era lo que se podía hacer en primera instancia ya que fabricar helado implicaba maquinaria de un cierto valor que hasta ese momento no le era posible hasta que llegó la posibilidad a través de un italiano que vivía cerca de la región donde vivía mi abuelo, le salió de garante y pudo comenzar”.
La marca elabora sus helados de forma totalmente artesanal dentro de la sucursal donde luego se comercializan lo cual permite eludir lo que implica el transporte del producto.
¿En qué considera que se diferencian sus helados?
Fundamentalmente en utilizar materia prima genuina sumado a una fórmula original. Al llegar analizamos qué materia prima nos permitía obtener el producto final que nosotros deseamos incluso en detrimento de nuestras ganancias, utilizamos una cierta crema que es la más cara del mercado pero es la que nos permite obtener un producto final ideal. Algo que es importante saber es que la temperatura del helado no debe molestar en los dientes.
Bortolot presenta 36 sabores en vitrina, con la excepción de algunas frutas que aumentan de forma exponencial su valor fuera de estación y procura lanzar sabores nuevos cada temporada como el Dulce de leche de la nona, que fue el del verano pasado -helado de dulce de leche con cubos de brownies-.
Los sabores más vendidos son el dulce de leche, el Sambayon Bortolot -por el estilo que tiene, textura, densidad, medida justa entre el vino y el huevo-, frutilla.
El empresario señala que la marca ya se encuentra con los elementos necesarios para poder comenzar a trabajar mediante un modelo de franquicias, a través del cual buscarán quien esté dispuesto a “hacer brillar Bortolot tal y como se lo merece”. La inversión aproximada sería de US$ 20.000 siendo las capitales departamentales el primer objetivo de la marca.
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