Hace 65 años que tuvo lugar la primera transmisión de fútbol por TV. Es decir, desde hace 65 años tenemos registros audiovisuales de partidos de fútbol donde las decisiones arbitrales, los juicios, deben ser ejecutados en tiempo real sin la posibilidad de revisar la sentencia y retractarse. Con esta realidad, también hace mucho que surgió la pregunta ¿Cómo puede ser que alguien que está sentado en su casa tenga más herramientas para juzgar que los encargados de juzgar? Esta pregunta, sin una única respuesta, conlleva un tratamiento cuasi filosófico acerca de temas tales como “la esencia del fútbol”, temas que, diría con propiedad, propician discusiones eternas y sin salida.
Hace mucho que otros deportes utilizan la tecnología para tomar decisiones respecto a hechos difíciles de constatar en tiempo real y en ese sentido, el fútbol agarrándose de su “esencia” como escudo, se mantiene ajeno a esto. No obstante, la realidad es que hoy más que nunca se trata de buscar una respuesta a esta interrogante para tomar una posterior decisión y aplicarla. Y es que es una demanda que cada vez tiene mayor cabida en toda la sociedad, propiciada por el rol disruptivo que las nuevas tecnologías (por más que en este caso no es exactamente una nueva tecnología) juegan en la vida de la gente.
Hemos presentado en otras entregas casos puntuales, ejemplos particulares, de tecnologías que vienen a moverle el piso a lo establecido y eso ha ido generando indefectiblemente en todos nosotros un espíritu más crítico frente a realidades que hasta el momento no eran cuestionadas.
Así como tomé como puntapié para tratar este tema el uso de la tecnología aplicada al fútbol, podríamos preguntarnos:¿Deberíamos crear nuevos mecanismos de relacionamiento interpersonal aplicable a esta nueva vida de Whatapp y Messenger? ¿El concepto de identidad actual, es el mismo que hace 20 años? ¿Y el de privacidad? ¿Y el de comunidad? ¿Qué pasa con nuestro cerebro en esta carrera de demanda constante de inmediatez? Claramente nuestro objetivo no es responder estos planteos, siquiera nos proponemos discutirlos acá, sino más bien seguir ahondando en el convencimiento de que la aplicación de la tecnología en la vida genera -o al menos debería generar- un cuestionamiento a lo establecido que por más que muchas veces sea molesto, incomode, o sea difícil de abordar, es una realidad que como tal debemos atacarla para lograr que repercuta de la mejor manera en nuestro día a día.
No solo debemos discutir y decidir si regular o no regular Uber o AirBnB, debemos ser conscientes de que vivimos en una realidad diferente, que está en cambio constante y, por ende, nuestra forma de tomar decisiones y establecer procedimientos debe adecuarse a la realidad actual y no a una realidad pasada que ya dejó de ser tal.
Sí, es un tema muy complejo de abordar, con muchísimas aristas, pero evadiéndolo, sólo logramos quedarnos cada vez más atrás en el camino.
Ramiro Penela
Project Manager en PIMOD
Twitter: @ramiro_josep
La tecnología como agente de cambio cada vez más sólido
(Por PIMOD) Y es que los sucesos, repercusiones, pedidos y reclamos que vinieron tras el
error del árbitro uruguayo Andrés Cunha en el partido Brasil vs. Perú en la Copa América Centenario, dan lugar a seguir discutiendo el papel que las herramientas tecnológicas tienen en la sociedad actual como agente de cambio, muchas veces yendo en contra o, al menos, obligando al establishment a re-pensar ciertos criterios hasta ahora no cuestionados.
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