Durante años muchas empresas evitaron establecer procedimientos para el funcionamiento remoto, pero a partir de la pandemia, las mismas se dieron cuenta que el trabajo a distancia no era una alternativa, sino una realidad, significando como contrapartida elevar los riesgos en términos de seguridad.
Cuando las personas están en sus casas pueden optar por usar sus propias aplicaciones o servicios para enviar y recibir datos confidenciales. Ese tipo de alternativas son conflictivas para los equipos de IT, que no saben con exactitud dónde están los archivos, lo que conlleva algunos riesgos.
Si hay una enseñanza clara del COVID-19 en términos laborales es que las empresas deben hacer lo necesario para que los trabajadores puedan trabajar desde su casa de forma segura y eficiente. La colaboración es todavía más importante cuando los empleados están aislados: los equipos de IT deben garantizar que todos cuenten con las mismas herramientas y servicios que tendrían si estuvieran en la oficina.
En muchos casos, las compañías necesitan saber dónde está la información por cuestiones vinculadas a la protección de datos. Grandes compañías de industrias como la salud o las finanzas son auditadas habitualmente por estos temas y otros sectores también comienzan a estar alcanzados por legislación específica. En ese sentido, el empleo remoto puede complicar el trabajo de los equipos de IT en el cumplimiento de los protocolos de “compliance” en términos de protección de datos.
Por esta razón, muchas empresas están pasando a transferencia de archivos administrados (MFT) porque les garantizan la seguridad que necesitan sin romper dinámicas de trabajo colaborativo. El correo electrónico siempre es una alternativa, pero todos sabemos que el tamaño de los adjuntos puede generar problemas en los servidores. Un sistema de MFT permite a los usuarios trabajar de forma remota y segura.
El otro gran tema tiene que ver con la autentificación, dado que muchas de las aplicaciones y servicios están ahora en la nube, los empleados ahora pueden trabajar de forma remota sin perder recursos para hacer su trabajo. En este sentido, el inicio de sesión único (Single Sign-On, SSO) ha sido una excelente manera para que las empresas garanticen la autentificación adecuada de los empleados remotos, que incluso les permite a los usuarios elegir el dispositivo para conectarse.
Que compañías enteras ahora estén trabajando de forma remota significa un gran estrés para los equipos de IT. Pero, con las herramientas adecuadas, la mayoría de esas dificultades pueden abordarse, incluso la más complicada de ellas: la seguridad.
Herramientas como MFT y SSO permiten que los equipos de IT puedan cumplir con los protocolos de seguridad de los datos y, a su vez, lograr que los empleados puedan trabajar de forma eficiente.
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