Agustina Brum y Camila Meana son dos apasionadas del surf. Desde jóvenes –mientras estudiaban sus carreras universitarias–, siempre trabajaban anhelando ahorrar lo suficiente para poder viajar y disfrutar de las olas en distintas partes del mundo. En una ocasión, decidieron tomarse un año sabático para dedicarse a disfrutar de su pasión y este las llevó a desarrollar una idea innovadora.
Al regresar de su travesía, la primera pregunta que surgió fue: ¿cómo seguir viajando después de haber estado un año sin trabajar? Con Brasil en mente como destino, se enfrentaron al desafío de encontrar una manera de abaratar costos y fue entonces cuando se les ocurrió reunir a un grupo de personas dispuestas a dividir los gastos de una camioneta y el alojamiento durante una semana.