Si bien el campo ha podido alimentar a los animales hasta el momento, ante esta cifra record, el alto precio del ternero y del novillo, así como de la carne exportada, han constituido hasta ahora una triple señal para criadores, motivándolos a crecer.
Por lo tanto, se llega a la primavera con un precio del ternero razonablemente estable. Pero ha tenido ajustes explicados porque el mercado empieza a ajustar a una nueva situación de más oferta, y a que en muchas zonas de campo natural hay poco pasto.
Aquí se abren dos escenarios. Uno el de la restricción maltusiana. Los terneros nacen en esta primavera, llegado el verano algún faltante de agua interrumpe el crecimiento forrajero y deteriora la calidad de las pasturas. Llegado julio del año próximo tendremos una proporción importante de los 2,9 millones de terneros con hambre y sin pasto, y la oferta aumenta en forma rígida.
Presionados por las heladas y la pérdida de peso de los animales, los criadores venden y los invernadores compran barato haciendo un buen negocio. La industria puede llevar el novillo a un precio algo mayor a US$ 3 y logran un margen mucho mejor que en 2013.
Las proyecciones realizadas hasta el momento respecto a la cantidad de terneros destetados para el otoño próximo se alejaron de los tres millones, tras la jornada de cría de INIA Treinta y Tres. Sin embargo, en el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por su sigla en inglés) mantienen esa proyección. En un informe divulgado por esta institución se estimó que serán tres millones los terneros del año próximo. Y la secretaría estadounidense suele ser cauta para proyectar.
La sustentabilidad de ese crecimiento se juega en los 12 meses que siguen. Un período que empieza en forma favorable por el nivel de lluvias registradas .En tanto el ganado empezará bien la primavera, con una producción en ascenso. La pregunta es si se podrá sostener este crecimiento y de ser así ¿hasta cuándo y en qué condiciones?
Ante el éxito ganadero ¿alcanza la tierra?
(por Gabriel Gómez - @gabrielgomezuy) Solemos pensar que en el campo uruguayo no hay más de 12 millones de vacunos pastando. Pero a noviembre es posible que haya casi 14 millones de vacunos comiendo pasto y grano, especialmente pasto.
Es cierto que a la suma de población de invierno más la parición de primavera hay que restarle la faena. Pero ésta ha sido mínima. Durante julio, agosto y setiembre se ha matado muy poco. La salida de vacunos de la población seguirá siendo bajísima por un buen tiempo. Casi todas las vacas tienen ternero al pie o a punto de nacer. Un animal así debe permanecer en el campo.
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