El rabino estudioso chequea todos los insumos que se usan durante el proceso de elaboración del alimento, buscando que se cumplan las leyes Kosher en todo momento. Entre otras cosas, busca que no se mezclen lácteos con carnes, que no se utilicen insectos ni derivados de insectos y que no se usen grasas animales, ya que es prácticamente imposible determinar su procedencia y que se haya cumplido con lo estipulado por el judaísmo. La planta también es visitada por el rabino, que evalúa y exige ciertos protocolos de limpieza.
Solo el rabino de Kosher Uruguay está habilitado para hacer certificaciones internacionales en nuestro país. Es por eso que se enfocan en certificar empresas que tienen como objetivo la exportación de sus productos. Muchas empresas uruguayas se ponen en contacto con ellos cuando les surge la posibilidad de trabajar con un cliente en el exterior que les exige tener dicha certificación. Hay otros rabinos que hacen certificaciones locales, pero que no son aceptadas fuera del país.
Desde Kosher Uruguay, que lleva más de 25 años certificando empresas uruguayas, explicaron a InfoNegocios que cada vez más uruguayos no judíos optan por consumir comidas kosher. Los vegetarianos, por ejemplo, las prefieren porque se aseguran de que no tienen grasa animal. “Además, si tenés un alfajor kosher y uno que no lo es, te aseguras que el kosher pasó por evaluaciones de higiene muy exigentes, que se suman a las que hace Bromatología que son más básicas”, comentaron fuentes de la empresa certificadora.
Kosher Uruguay tiene entre sus principales clientes a Conaprole y Saman. En el último tiempo sumaron a la empresa Ecologito, que genera huevos con gallinas que no están enjauladas ni sufren ningún tipo de maltrato. Por más que esta empresa no está exportando, y no necesita una certificación internacional, hoy es uno de los principales clientes de la empresa porque es un producto que está siendo bien recibido por los uruguayos.
Tu opinión enriquece este artículo: