Sharon Olds, El cuerpo muerto
No soportaba dejarlo solo en la habitación después de que murió.
Durante meses siempre hubo alguien con él,
estuviera dormido, despierto, en coma, siempre alguien,
pero después nos quedábamos fuera y él dentro,
solo: como si lo único importante fuera su conciencia,
ese hombre que tuvo tan poca conciencia, que fue 90% cuerpo. Yo no soportaba esa forma de tratarlo como basura,
íbamos a quemarlo, como si sólo importara el alma.
Quién era ése si no él, tirado ahí, seco y abandonado (...).
El blog de Emma Gunst.
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