El 2018 se vislumbra como un año peculiar en el sector ganadero, donde no habrá cambios abruptos en la demanda de los mercados que determinen dificultades de colocación o la necesidad de colocar productos a menores precios a los esperados.
Federico Stanham, presidente del Instituto Nacional de Carnes habló con InfoNegocios y contó cuáles son las expectativas del rubro, cómo influye el invierno en la producción ganadera y las oportunidades de mejora en los mercados ya abiertos.
“En el caso del año 2018 se espera para todo el año una faena menor a la del 2017 en un 5 a 7 %, y dado que en el primer semestre la faena ha sido similar a la de 2017, toda la baja esperada debería manifestarse en el segundo semestre“, comentó Stanham.
“Desde el punto de vista agroindustrial es deseable mantener un ritmo de faena equilibrado que permita una actividad de faena estable, y en la medida que los mercados están demandados, esto permite fluidez de colocación de hacienda“, agregó.
Esto determinará una situación especial de oferta/demanda que tendrá un equilibrio más tenso en los meses del invierno y menos tenso una vez que la oferta del ganado remanente aumente una vez entrada la primavera.
Respecto al invierno, que es la época del año donde la oferta de materia prima es menor, Stanham comentó que es “lógico que la carne disponible para vender disminuya. Si se analizan las exportaciones totales mes a mes para los últimos años, se observa una curva con una suave estacionalidad, donde en los meses del invierno se exporta por mes un 10% menos en promedio que en los meses del otoño“.
“Esta variación no es tan significativa como para considerar que las exportaciones tienen un comportamiento zafral, siendo éste un factor positivo desde el punto de vista de poder atender la demanda de acuerdo a sus requerimientos“, añadió.
Además, el presidente de INAC contó que Uruguay tiene un acceso “muy amplio“ en términos de cantidad de mercados abiertos. La expectativas de nuevos mercados están centradas en finalizar el proceso de apertura de Japón.
“Toda la región del sudeste asiático, a la cual mayormente Uruguay no tiene acceso, presenta crecimiento de la demanda y por ello aparece como la zona más desafiante en el mediano plazo. Uruguay deberá resolver los temas de faena ritual (carne halal) requeridos para estos mercados“, explicó Stanham.
“Además de la apertura de estos nuevos mercados, existen variadas oportunidades de mejorar el acceso a los mercados ya abiertos, ampliando la cantidad de productos (carne con hueso, menudencias, productos de valor agregado) o mejorando las condiciones arancelarias actuales que representan oportunidades de valoración muy importantes“, concluyó.
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